En la sociedad moderna, la felicidad se ha convertido en uno de los objetivos principales que persigue la gente. Todas las personas desean una prosperidad duradera y una sensación general de bienestar en sus vidas. Esta felicidad no es sólo una alegría a corto plazo, sino que implica un estado saludable en múltiples niveles, incluidos el psicológico personal, el social y el ético. ¿Cómo se logra entonces esta sensación holística de bienestar?
Definición y antecedentes históricos de la prosperidadLa prosperidad es el motor fundamental de nuestro crecimiento, no sólo para el mejoramiento personal sino también para el desarrollo social.
La prosperidad, o el florecimiento humano, siempre ha estado estrechamente relacionada con la filosofía social y la teología antiguas. El concepto se remonta a la “eudaimonia” de Aristóteles, un ideal del bienestar general del individuo que puede encontrarse en toda la literatura judía y cristiana. Ya sea en la metáfora bíblica del hombre justo como un árbol bien regado o como lo describe Santo Tomás de Aquino, la prosperidad es una meta estrechamente ligada a la virtud.
Con los avances en psicología, especialmente en psicología positiva, el florecimiento se considera un estado psicológico positivo y persistente. Psicólogos como Martin Seligman han señalado que cuando las personas experimentan con frecuencia emociones positivas y buenas funciones psicológicas y sociales, ese estado es prosperidad. Las investigaciones muestran que prosperar significa más que sólo el bienestar psicológico; también incluye buenas interacciones con los demás, la capacidad de alcanzar el propio potencial y resiliencia frente a los desafíos.
Elementos fundamentales de la prosperidadLa prosperidad proviene de la realización del potencial individual y es el estado ideal de la vida humana.
Para lograr una sensación integral de felicidad, el libro “Prosperidad” propone cinco pilares importantes, que en psicología positiva se denominan modelo PERMA, entre ellos:
Algunos expertos sugieren que podemos adoptar varias estrategias para promover la prosperidad:
Conclusión"La prosperidad no es un destino, es un viaje."
Lograr la felicidad y la prosperidad duraderas es un viaje que requiere que exploremos continuamente nuestro propio poder y potencial. En este viaje, debemos equilibrar los distintos aspectos de la vida para que la felicidad y el significado vayan de la mano. ¿Estás listo para embarcarte en tu propio viaje hacia la prosperidad y descubrir una mejor versión de ti mismo?