En la sociedad actual, las opciones de métodos anticonceptivos son cada vez más diversas. Sin embargo, cuando se trata de anticoncepción a largo plazo, el dispositivo intrauterino (DIU) es sin duda una de las opciones más populares. Este pequeño dispositivo, a menudo en forma de T, se inserta en el útero para detener el embarazo y es sorprendentemente eficaz, con una tasa de éxito del 99,8%.
En comparación con otros métodos anticonceptivos, las mujeres que utilizan el DIU son las más satisfechas con él, no sólo por su efecto duradero, sino también por su comodidad y seguridad.
La función principal del DIU es prevenir la fertilización. En los DIU hormonales, la progesterona liberada actúa principalmente espesando el moco cervical para evitar que los espermatozoides entren en las trompas de Falopio. Los DIU de cobre, por otro lado, no contienen hormonas pero liberan iones de cobre, que son tóxicos para los espermatozoides y los incapacitan para sobrevivir.
Lo que es aún más interesante es que es posible utilizar un DIU de cobre como anticonceptivo de emergencia y debe usarse dentro de los cinco días posteriores a haber tenido relaciones sexuales sin protección. Si bien los DIU de cobre pueden provocar un aumento del sangrado menstrual y dolor abdominal intenso, los DIU hormonales en realidad pueden reducir el sangrado menstrual.
Una vez que se retira el DIU, la fertilidad de la mujer vuelve rápidamente a niveles normales, incluso con un uso prolongado.
Los tipos y nombres de los DIU varían según su ubicación. Hay dos opciones principales de DIU disponibles en los Estados Unidos: los DIU de cobre (como ParaGard) y los DIU hormonales (como Mirena). El primero tiene una tasa de fracaso de alrededor del 0,8%, mientras que el segundo tiene una tasa de fracaso del 0,2%. Ambos tipos de DIU tienen diferentes ventajas y desventajas.
La mayoría de los DIU de cobre están fabricados con un marco en forma de T y están envueltos con alambre de cobre puro, lo que puede desempeñar un papel importante en la prevención del embarazo. Su principio de funcionamiento es aumentar la concentración de iones de cobre en el útero y las trompas de Falopio, interfiriendo con el movimiento y la viabilidad de los espermatozoides.
El DIU hormonal libera una pequeña cantidad de levonorgestrel (una progesterona), que se utiliza principalmente para hacer que el entorno del útero sea inadecuado para la supervivencia de los espermatozoides y ayudar a reducir el flujo menstrual. Esto convierte al DIU hormonal en una de las opciones para tratar la menorragia.
Aunque el uso de DIU es seguro y confiable, todavía existen algunos efectos secundarios potenciales, ya sea un DIU de cobre o un DIU hormonal. Estos efectos secundarios incluyen cambios menstruales, rechazo y, en casos raros, perforación uterina.
Según los CDC de EE. UU., los beneficios de los DIU generalmente superan los riesgos, y se recomienda a las mujeres más jóvenes y a las que nunca han dado a luz que los utilicen con extrema precaución.
El proceso de inserción del DIU puede causar diversos grados de dolor. Algunas mujeres informan sentir un dolor sordo durante el procedimiento, mientras que otras no sienten ningún dolor. El profesional normalmente utilizará un dilatador para estabilizar el cuello uterino y luego colocará el DIU en el útero.
La historia del uso del DIU se remonta a principios del siglo XX, y los primeros diseños de DIU tenían un alto riesgo de infección. La llegada del Lippes Loop en la década de 1950 marcó un avance importante en el diseño del DIU, y los DIU de cobre y los DIU hormonales posteriores optimizaron aún más la seguridad y eficacia de esta forma de anticoncepción.
La aparición del DIU no sólo es una contribución importante a las opciones reproductivas de las mujeres, sino que también su alta eficacia y su tratamiento a largo plazo lo hacen ampliamente aceptado y confiable. Ya sea que una mujer esté considerando la anticoncepción a largo plazo o una mujer que necesite anticoncepción de emergencia, el DIU es una opción que vale la pena considerar. Esto nos hace pensar: A la hora de elegir un método anticonceptivo, ¿cómo puede la mujer tomar la decisión que mejor le convenga en función de sus propias circunstancias?