El oso negro americano (Ursus americanus) es un oso de tamaño mediano originario de América del Norte que evidentemente ha realizado un maravilloso viaje de adaptación y supervivencia en esta tierra. Independientemente de su apariencia, hábitos alimentarios o su larga historia evolutiva, este oso se ha convertido en el señor supremo de este continente. ¿Cuál es el misterioso origen detrás de él?
Este oso es la especie de oso más pequeña y más extendida en América del Norte y está catalogado como de "bajo riesgo" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El oso negro americano está ampliamente distribuido en la mayoría de las áreas forestales de América del Norte. Su entorno de vida se distribuye principalmente en áreas forestales relativamente escasas y ocasionalmente ingresa a las comunidades humanas en busca de alimento. Tienen una adaptabilidad extremadamente fuerte y pueden sobrevivir con una dieta omnívora en diferentes estaciones y entornos geográficos. La investigación científica muestra que entre todas las especies de osos, los osos negros americanos pueden tener el doble de individuos que todas las demás especies de osos juntas. Esta abundancia los ha convertido en un ícono ecológico de los osos norteamericanos.
La evolución del oso negro americano se remonta a un ancestro común hace unos 5,05 millones de años y está menos relacionado con los osos pardos y los osos polares. Los estudios genéticos de estos osos muestran que evolucionaron de forma independiente y formaron un grupo hermano cercano a los osos negros asiáticos. Según las últimas investigaciones, los osos diurnos también se consideran una rama relativamente nueva de este sistema.
El miembro más antiguo de la tribu de osos de América del Norte, llamado Ursus abstrusus, data de hace 49.500 años y puede ser el antepasado directo del oso negro americano.
La evolución del oso negro americano no sólo se restringe geográficamente a América del Norte, sino que también incluye un período compartido con otras especies de osos norteamericanos como el oso gigante de cara corta y el oso mirando de Florida, que estaban claramente en el en la cima de la cadena alimentaria en ese momento. Sin embargo, gracias a su diversa adaptabilidad, el oso negro americano ha sobrevivido con éxito a los cambios en el medio ambiente y se ha convertido en un líder de la comunidad ecológica.
Los osos negros americanos tienen compatibilidad reproductiva con varias otras especies de osos, lo que les permite ocasionalmente producir descendencia híbrida. Por ejemplo, ha habido informes de que se sospechaba que los osos capturados en Florida eran una mezcla de osos negros americanos y asiáticos. Eventos como este ciertamente demuestran cuán adaptables son.
Tradicionalmente se han reconocido dieciséis subespecies, sin embargo, a medida que avanza la investigación genética, se ha puesto en duda la existencia de algunas subespecies específicas. Especialmente en los Estados Unidos, a medida que la distribución de los osos pardos se expande gradualmente, el territorio de los osos negros americanos se ve desafiado gradualmente, pero aún mantiene una población relativamente estable.
En América del Norte, la distribución histórica del oso negro americano fue extremadamente amplia y abarcó muchas áreas boscosas. Hoy en día, su gama de actividades se limita principalmente a unas pocas áreas escasamente boscosas. Las encuestas realizadas en la década de 1990 cifraron el número total de osos negros americanos en Canadá entre 396.000 y 476.000. Los osos negros en el interior de los Estados Unidos se distribuyen por casi todo el noreste y las Montañas Apalaches, aunque están cada vez más fragmentados en algunas áreas, y los recientes avistamientos de osos negros en Ohio y otras áreas han generado preocupación sobre su resurgimiento.
En 2019, los científicos confirmaron la presencia de un oso negro americano adulto en los bosques de Decorah, Iowa, y se cree que es la primera vez que un oso negro coloniza el área desde la década de 1880.
La población de osos negros americanos en California se estimó entre 25 000 y 35 000 en 2017, lo que indica que la región tiene la mayor población de osos negros americanos entre los 48 estados de América del Norte. Particularmente en Carolina del Norte, donde se ha producido cierta expansión del área de distribución, la población de osos negros ha aumentado de aproximadamente 3.000 a más de 8.000 animales en las últimas décadas. Aunque solo existe en unas pocas áreas locales, México está catalogado como especie en peligro de extinción, lo que muestra los desafíos y dificultades de su supervivencia.
Los osos negros americanos suelen habitar entornos con terreno accidentado y vegetación densa, una adaptación que puede deberse a su coevolución con osos pardos y osos de cara corta más grandes y amenazantes. En muchos lugares, son capaces de adaptarse a vivir en entornos cercanos a los humanos, siempre que existan abundantes fuentes de alimento.
En las palmeras y las zonas montañosas de América del Norte, los osos negros americanos se encuentran comúnmente en altitudes de 350 a 900 metros. Sus fuentes de alimento como nueces, hojas y pescado son su principal alimento. Al mismo tiempo, estos osos pueden comer una variedad de plantas y frutas en diferentes regiones climáticas, y esta dieta diversa también promueve la supervivencia y reproducción de sus poblaciones.
Los osos negros americanos tienen capacidades sensoriales muy desarrolladas, especialmente el olfato, que es siete veces más sensible que los perros domésticos. Pueden estar activos durante el día o la noche, y buscar alimento principalmente durante la noche, especialmente cuando están cerca de hábitats humanos. Suelen ser nocturnos y mostrar fuertes comportamientos sociales.
Se comunican a través de una variedad de sonidos, como masticar, aullar, etc. Cuando las fuentes de alimento son abundantes, formarán grupos y mostrarán una jerarquía obvia en la alimentación.
Culturalmente, el oso negro americano también juega un papel importante en muchos mitos y folclore, simbolizando fuerza y sabiduría. En todo Estados Unidos, la imagen del oso negro está profundamente arraigada en los corazones de la gente y se ha convertido en un impresionante testimonio de la conservación ecológica y de la naturaleza.
La historia del oso negro americano nos cuenta que desde la ecología hasta la cultura, no solo son la especie dominante en América del Norte, sino también una parte importante del ecosistema. A medida que nos enfrentamos a un entorno cada vez más cambiante, ¿qué lecciones nos deja este oso?