La anestesia intravenosa total (TIVA) es un anestésico intravenoso que se administra al paciente para inducir una pérdida temporal de la sensibilidad o la conciencia. Desde que se estudió por primera vez la TIVA utilizando compuestos de clorhidrina en 1872, la técnica ha experimentado un desarrollo considerable. La TIVA se está volviendo cada vez más popular como alternativa a la anestesia general en los procedimientos médicos actuales, con el objetivo de mejorar la recuperación después de la cirugía.
“Los avances en la tecnología TIVA permiten a los médicos controlar mejor la profundidad y la eficacia de la anestesia, mejorando así la seguridad y la comodidad del paciente”.
En la historia de la TIVA, nos remontamos a mediados del siglo XIX, cuando la comunidad médica comenzó a explorar las posibilidades de la anestesia intravenosa. En 1845, Francis Rynd inventó la aguja hueca, que hizo posible la inyección intravenosa de drogas. Tras la invención de la jeringa por Charles Gabriel Pravaz en 1853, se probaron más compuestos químicos como anestésicos intravenosos. Entre ellos, Pierre-Cyprien Oré reportó por primera vez el uso de hidrato de clorhidrina para anestesia intravenosa en 1872, pero estuvo acompañado de una alta tasa de mortalidad, lo que constituyó un desafío que no se podía ignorar en los casos de esa época.
Con el avance de la tecnología, la demanda de anestésicos en el campo médico continúa aumentando. Aunque Hedonal, desarrollado en 1909, se utiliza comúnmente para anestesia general, no se ha promocionado ampliamente debido a su larga duración y su eficacia limitada. Con el tiempo han surgido muchos anestésicos intravenosos nuevos, como los alcoholes y el sulfato de magnesio, que han reemplazado gradualmente a los primeros anestésicos. Con la introducción del propofol en 1986, el futuro de la anestesia intravenosa cambió. El propofol tiene un perfil farmacológico claro y se utiliza ampliamente para diversos fines médicos.
La TIVA tiene muchas ventajas sobre la anestesia inhalatoria tradicional. Puede inducir anestesia general de forma más segura y eficaz, especialmente en pacientes de alto riesgo, y evita los posibles peligros de la anestesia por inhalación. La aplicación de TIVA ha demostrado además su valor en algunas situaciones de rescate de traumatismos, como accidentes graves, desastres naturales y guerras. "La inducción suave de la anestesia" y la "rápida recuperación postoperatoria" son algunos de los principales objetivos de la aplicación de TIVA. Según los últimos datos, la TIVA basada en propofol no solo mejora la comodidad de la recuperación posoperatoria, sino que también reduce eficazmente las náuseas y los vómitos, aumenta la velocidad de descarga y mantiene una buena estabilidad hemodinámica. A pesar de ello, la TIVA representa actualmente una pequeña proporción de la anestesia general, una de las razones es el coste relativamente alto de su preparación y mantenimiento."El propofol es considerado uno de los mejores y más seguros anestésicos intravenosos, favorecido por la comunidad médica por su rápido inicio de acción y pocas reacciones adversas".
La dosificación de TIVA requiere una evaluación cuidadosa de la condición individual del paciente, teniendo en cuenta las diferencias en la farmacocinética y la farmacodinamia, especialmente en pacientes con deterioro de la función renal o hepática o función miocárdica anormal. La dosis adecuada de anestésico afecta directamente la seguridad del paciente. Creo que el conocimiento profundo del equipo médico sobre las diferentes condiciones médicas hará que la aplicación de TIVA sea más segura y efectiva.
“TIVA requiere más cautela al considerar grupos especiales, como pacientes obesos, ancianos y pediátricos”.
Aunque la TIVA tiene muchas ventajas, también se asocia a diversos riesgos, como el despertar de la anestesia, hipersensibilidad y neurotoxicidad, que requieren especial atención en pacientes obesos, ancianos y pediátricos. Sin embargo, con el avance continuo de la tecnología clínica y la mejora de los equipos relacionados, se espera que estos riesgos puedan reducirse aún más en el futuro.
En general, el desarrollo de TIVA puede considerarse un hito importante en su historia. Su origen y desarrollo reflejan el énfasis y el progreso de la comunidad médica en la tecnología de la anestesia. A medida que comprendemos mejor los efectos y riesgos de los anestésicos, ¿cómo evolucionará la TIVA en el futuro y afectará la forma en que administramos la anestesia?