El colágeno XVII, originalmente llamado BP180, es una proteína transmembrana que juega un papel importante en el mantenimiento de la conexión entre los elementos estructurales dentro y fuera de la célula. Desde su descubrimiento por Díaz et al. en 1990, esta proteína ha jugado un papel integral en el mecanismo de adhesión de la piel. COL17A1 es el nombre oficial del gen, que codifica la cadena alfa del colágeno XVII. Como componente estructural, el colágeno XVII está presente en las estructuras semiadhesivas de la piel que ayudan a los queratinocitos a adherirse a la membrana basal. Además de esta función importante, también se ha demostrado que el colágeno XVII es fundamental para mantener la integridad del epitelio corneal.
El colágeno XVII es una proteína transmembrana cuya estructura y función son esenciales para una piel sana.
La estructura del colágeno XVII consta de tres cadenas alfa1(XVII), cada cadena tiene aproximadamente 180 kD. Cada cadena α contiene una región intracelular globular de aproximadamente 70 kDa que interactúa con la integrina β4, la plectina y BP230, lo cual es clave para la conexión estable entre las hemiadhesiones y los filamentos intermedios de cutina. Además, su ectodominio C-terminal pesa aproximadamente 120 kDa y está compuesto por 15 subdominios de colágeno que exhiben secuencias de repetición de colágeno típicas. La estructura flexible de este dominio exterior mejora su estabilidad térmica.
El dominio de colágeno mayoritario (Col15) del colágeno XVII es responsable de la estabilidad de su trímero.
Las mutaciones en el gen COL17A1 provocan variaciones estructurales en el colágeno XVII, que tienen efectos graves en el funcionamiento general de la piel. En concreto, las mutaciones bialélicas causan una enfermedad denominada epidermólisis ampollosa de la unión, una enfermedad cutánea autosómica recesiva que se caracteriza por la fácil aparición de ampollas y lesiones en la piel. Además, el colágeno XVII también juega un papel importante como autoantígeno en enfermedades cutáneas adquiridas como el virus del herpes simple y el herpes gravídico.
Las características clínicas a menudo incluyen ampollas, erosiones, deformidades ungueales y anomalías dentales.
El gen COL17A1 se expresa de forma anormal en una variedad de cánceres, especialmente en cinco tipos de cánceres epiteliales, incluidos el cáncer de mama y el cáncer de cuello uterino. En estos casos, la expresión se redujo significativamente en el cáncer de mama, mientras que la expresión aumentó en otros tipos de cáncer.
El colágeno XVII se libera continuamente desde la superficie de los queratinocitos al espacio extracelular, y el proceso de liberación involucra la enzima que escinde el factor de crecimiento transformante (TACE). Este proceso depende de la presencia de balsas lipídicas y la fosforilación de la región NC16A regula negativamente la liberación.
El gen SPARC está asociado con mutaciones en el colágeno XVII, y estas mutaciones pueden conducir a una enfermedad llamada osteogénesis imperfecta. Además, el colágeno XVII también exhibe interacciones con una variedad de otras proteínas, lo que demuestra sus múltiples roles en la estructura y función celular.
Las propiedades únicas del colágeno XVII y su papel en la adhesión de la piel y la integridad estructural lo convierten en un objetivo importante para la investigación biomédica. Las investigaciones futuras podrían centrarse en sus posibles aplicaciones terapéuticas en lesiones cutáneas y cáncer.
A medida que comprendamos mejor el colágeno XVII, esta proteína puede revelar nuevos secretos para la salud de la piel. Pero hoy también deberíamos pensar en si el colágeno XVII puede convertirse en un gran avance en el tratamiento de enfermedades de la piel en el futuro. Paño de lana ?