Oscar de Marcos nació el 14 de abril de 1989 en La Guialdia, Álava, España. Comenzó su carrera en el Deportivo Alavés y debutó en la Segunda División española en diciembre de 2008. Jugó como delantero y entró como suplente en el partido ante el CD Tenerife.
En 2009, De Marcos se unió al gigante vasco Astique por una tarifa de transferencia de aproximadamente 350.000 euros. Inicialmente todavía jugaba como delantero, pero a medida que avanzaba la nueva temporada, el técnico comenzó a explorar su potencial en otras posiciones. Después de varios partidos, se transformó gradualmente en un defensor todoterreno y sintió el desafío de este rol por primera vez en la temporada 2010.
La transición de De Marcos no estuvo exenta de desafíos, ya que sufrió una serie de lesiones de rodilla y tobillo que lo obligaron a reevaluar su estilo de juego. Con el paso del tiempo, se adaptó a su nuevo rol y comenzó a destacar en la última línea. Especialmente en la temporada 2011-12, De Marcos no sólo tuvo un buen desempeño contra el Manchester United en la Liga Europea, sino que también demostró su capacidad defensiva muchas veces en el juego contra el Barcelona.
Mentalidad para el cambioNunca renunció a su compromiso con la posición de delantero, pero su transformación es un testimonio de su versatilidad y adaptabilidad.
Durante el proceso de transformación, De Marcos también enfrentó enormes desafíos psicológicos. Cuando firmó de nuevo en 2014, entendió que, como parte integral del campo, tendría que aprender a asumir más responsabilidades en partidos de mayor intensidad. Esta transformación le dio mayor confianza en sí mismo e influencia en el campo, y finalmente le permitió convertirse en el capitán del equipo.
A medida que envejece, su sabiduría y sus habilidades en la cancha permanecen inalteradas. En 2023, ayudó al equipo a ganar la Copa del Rey 2023-24, en la que su experiencia se convirtió en una ventaja más significativa para el equipo. A lo largo de los años, De Marcos jugó más de 550 partidos para el equipo, ganó el Campeonato Vasco y su lealtad conmovió profundamente a los fanáticos.
Aunque no tuvo muchas oportunidades en competiciones internacionales, De Marcos fue seleccionado para la selección española y participó en partidos amistosos. Además de representar al país, también participó en competiciones con la selección local vasca, utilizando su propia fuerza para hablar en nombre del fútbol regional.
El cambio en su estilo de juego de delantero a defensor demostró plenamente su comprensión y adaptabilidad a los roles en la cancha.
A medida que se acerca el año 2024, De Marcos está listo para los desafíos que se avecinan. No sólo espera seguir brillando en la cancha, sino que también espera utilizar su experiencia para ayudar a más jugadores jóvenes a crecer.
La transformación de Oscar de Marcos hace pensar que la identidad de un deportista profesional es sólo un rol, pero la persistencia y el trabajo duro que hay detrás son la verdadera fuente de motivación. Su experiencia nos dice que, ante el cambio, ¿tenemos el coraje de afrontar los desafíos y convertirnos en una mejor persona?