American Wire Gauge (AWG) ha sido el sistema de calibre de cables estándar en América del Norte desde 1857 y se usa ampliamente para medir el diámetro de conductores eléctricos redondos, sólidos y no magnéticos. Esta norma está claramente definida en ASTM B 258 y proporciona una referencia básica para la capacidad de carga de corriente de los conductores eléctricos. Detrás de esta especificación aparentemente técnica, se esconde una historia poco conocida.
Los orígenes de AWG se remontan al proceso de trefilado utilizado para producir calibres de cable específicos. Mientras que los cables más delgados requieren múltiples trefilados, los cables más gruesos requieren menos.
El desarrollo de AWG es sin duda una racionalización de los diversos sistemas de calibre de cables del pasado. Los primeros calibres de los cables los establecían principalmente los fabricantes de acuerdo con sus propios estándares, lo que generaba dificultades e inconvenientes en la selección de los cables. El sistema AWG estandarizado brinda a electricistas e ingenieros una base consistente para seleccionar los cables apropiados. Aunque existen ciertas similitudes entre AWG y el sistema de especificación de placas delgadas de Brown & Sharpe (B&S), este último está diseñado principalmente para placas delgadas y aplicar B&S a conductores eléctricos es un uso fuera de lugar.
El sistema AWG se caracteriza por una estrecha correspondencia entre números y diámetros: a medida que aumenta el número de calibres, el diámetro del cable disminuye logarítmicamente. Este diseño es similar a otros estándares no métricos como el British Standard Wire Gauge (SWG), pero AWG es significativamente diferente del estándar métrico IEC 60228, que describe el área de la sección transversal de un cable directamente en milímetros al cuadrado ( mm²).
La tabla AWG se basa en un único conductor circular sólido, mientras que el AWG de un cable trenzado se determina en función del área de la sección transversal del conductor sólido equivalente.
Los estándares AWG definen la relación entre diferentes especificaciones. Por ejemplo, 36 AWG tiene 0,005 pulgadas de diámetro, mientras que 0000 AWG tiene 0,46 pulgadas de diámetro, una relación entre tamaños de aproximadamente 1:92. Esta diferencia es particularmente importante en aplicaciones eléctricas prácticas, donde las especificaciones precisas de los cables son fundamentales para el rendimiento eléctrico al producir placas de circuito impreso.
En aplicaciones prácticas, también existen algunas reglas generales comunes para AWG, tales como: cuando el área de la sección transversal del cable se duplica, la especificación AWG disminuirá en 3 dígitos. Esto significa que dos cables de 14 AWG del mismo calibre tienen la misma sección transversal que un cable de 11 AWG, lo que aumenta la conductividad.
Cuando el diámetro de un cable se duplica, la especificación AWG disminuye en 6 dígitos porque el cambio de diámetro tiene un efecto significativo en el área del cable.
El AWG no solo se aplica a cables sólidos, sino que también se puede utilizar para describir las especificaciones de cables trenzados. El AWG de un cable trenzado representa el diámetro total de la sección transversal de los conductores trenzados individuales, pero no tiene en cuenta los espacios entre ellos. Normalmente, estos espacios representan aproximadamente el 25 % del área del conductor, por lo que el diámetro total del cable trenzado será aproximadamente un 13 % mayor que el del cable sólido del mismo AWG. Por lo tanto, las reglas AWG correctas son cruciales para diseñar y seleccionar cables apropiados.
El sistema AWG, con una historia de más de 150 años, no solo juega un papel extremadamente importante en la industria eléctrica estadounidense, sino que también promueve aún más el desarrollo y el uso seguro de productos electrónicos en términos de estandarización técnica. Gracias a este sistema, los electricistas e ingenieros no sólo pueden seleccionar rápidamente los conductores adecuados, sino también garantizar la seguridad y eficiencia de las instalaciones eléctricas. Sin embargo, ¿este sistema técnico sigue siendo adecuado para afrontar los cambiantes desafíos técnicos y las demandas del mercado actuales?