El útero coriónico, o feto vesicular, es una condición anormal del embarazo que ocurre cuando un óvulo fertilizado no viable se implanta en el útero. Esta afección se incluye en la categoría de enfermedades trofoblásticas gestacionales. En el caso de los embarazos vesiculares, se produce una masa creciente en el útero, caracterizada por vellosidades vellosas edematosas y con forma de racimo de uvas. La aparición de enfermedad coriónica está relacionada con la falta de núcleo materno en el óvulo fecundado. Debido a esta condición, el resultado de la concepción puede no contener tejido embrionario. Este embarazo anormal se divide en dos categorías: fetos parcialmente con ampollas y fetos completamente con ampollas, donde "ampolla" simplemente significa una acumulación de tejido en crecimiento.
La mayoría de los casos de fetos con ampolla completa son causados por la combinación de uno o dos espermatozoides con un óvulo que ha perdido su ADN.
En los Estados Unidos, la incidencia de embarazos con ampollas es de aproximadamente 1 de cada 1.000 embarazos, mientras que en algunos países de Asia, como Indonesia, la incidencia llega a aproximadamente 1 de cada 100 embarazos. Esto hace que los embarazos vesiculares sean una complicación del embarazo relativamente rara.
Los fetos con ampollas suelen presentar sangrado vaginal indoloro durante el cuarto al quinto trimestre del embarazo. El útero puede ser más grande de lo esperado o los ovarios pueden estar agrandados. Además, los pacientes pueden experimentar más vómitos de lo esperado (hiperemesis gravídica). En ocasiones, esto va acompañado de un aumento de la presión arterial y la presencia de proteínas en la orina. Los análisis de sangre mostrarán niveles muy altos de gonadotropina coriónica (hCG).
La causa de esta enfermedad no se comprende completamente. Los posibles factores de riesgo pueden incluir defectos en los óvulos, anomalías dentro del útero o deficiencias nutricionales. Las mujeres menores de 20 años o mayores de 40 años corren mayor riesgo. Otros factores de riesgo incluyen una dieta baja en proteínas, folato y caroteno.
La composición del ADN y los patrones de expresión genética de las células germinales dan como resultado diferentes tipos de fetos ampollados que tienen diferentes demandas de recursos reproductivos.
El diagnóstico suele ser fuertemente sugerido por la ecografía (examen de sonido), pero la confirmación requiere un examen histopatológico. En la ecografía, los fetos con ampollas parecen tener características que se asemejan a un "racimo de uvas", un "útero en forma de panal" o una "tormenta de nieve". El trofoblasto de la placenta prolifera, las vellosidades aumentan de tamaño y la angiogénesis en el trofoblasto se altera. Los síntomas del hipertiroidismo a veces ocurren porque niveles extremadamente altos de hCG imitan los efectos de la hormona estimulante de la tiroides.
Después de descubrir un feto vesicular, se debe succionar el útero o curetarlo quirúrgicamente lo antes posible para reducir el riesgo de desarrollar coriocarcinoma. Es necesario realizar un seguimiento de los pacientes hasta que los niveles de hCG caigan a niveles indetectables. La cistitis (cáncer) invasiva o metastásica puede requerir quimioterapia y generalmente responde bien al metotrexato. Al contener antígenos paternos, la respuesta al tratamiento es casi del 100%. Se recomienda a las pacientes que no vuelvan a quedar embarazadas dentro de los seis meses posteriores a la normalización de los niveles de hCG.
Más del 80% de los embarazos con ampollas son benignos y los resultados tras el tratamiento suelen ser buenos. Un seguimiento estrecho es fundamental para garantizar que el tratamiento sea exitoso. Aún así, las mujeres que han tenido un embarazo parcial o completamente lleno de ampollas tienen un riesgo ligeramente mayor en futuros embarazos.
En algunos casos, los embarazos vesiculares pueden convertirse en embarazos vesiculares invasivos, una afección llamada enfermedad trofoblástica persistente.
Con el desarrollo de la medicina, la comprensión y el tratamiento de los fetos con ampollas también mejoran constantemente. Sin embargo, la rareza de este embarazo anormal todavía hace que la gente piense en cómo afrontar mejor los posibles riesgos y desafíos durante el embarazo en el futuro.