En el funcionamiento de los reactores nucleares, las barras de control desempeñan un papel vital. Estos dispositivos, diseñados para controlar las reacciones de fisión nuclear, están fabricados a partir de elementos químicos que absorben neutrones, entre ellos el boro, el cadmio, la plata, el hafner y el indio. La selección de estos elementos no sólo se ve afectada por sus respectivas capacidades de absorción, sino que también está estrechamente relacionada con el rango de energía de neutrones utilizado por el reactor.
La profundidad de inserción y el número de barras de control tienen un impacto directo y significativo en la reactividad del reactor nuclear.
El principio de funcionamiento es bastante simple. Se insertan barras de control en el núcleo del reactor y sus posiciones se ajustan según sea necesario para controlar la velocidad de la reacción nuclear en cadena. Cuando la reactividad del reactor es mayor que 1, la reacción en cadena crecerá exponencialmente; cuando la reactividad es menor que 1, la velocidad de reacción disminuirá. Cuando todas las barras de control están completamente insertadas, la reactividad del reactor es casi cercana a 0, lo que rápidamente ralentizará el reactor en funcionamiento hasta que se detenga por completo.
Esta técnica de control de reacción no se limita a las plantas de energía nuclear comerciales, sino que también se extiende a la tecnología de sinterización aeroespacial. Por ejemplo, en el "Proyecto Plutón", las barras de control se utilizan como método de control para aviones de propulsión nuclear.
Además de los principios básicos de funcionamiento, la eficiencia de las barras de control también se ve afectada por los materiales utilizados. Los materiales comunes de las barras de control incluyen plata, cadmio e indio, que tienen secciones transversales altas de captura de neutrones. Además, existen muchos otros elementos o aleaciones que se pueden utilizar para fabricar barras de control, como acero con alto contenido de boro y compuestos de boro.
Las consideraciones de selección de materiales incluyen la energía de neutrones, la resistencia a la expansión inducida por neutrones y las propiedades mecánicas y la vida útil requeridas.
Por ejemplo, la aleación de plata, indio y cadmio (generalmente compuesta de 80% plata, 15% indio y 5% cadmio) es un material de varilla de control común en reactores de agua a presión (PWR) debido a su buena resistencia mecánica y conveniencia de procesamiento. . Sin embargo, dado el coste, los científicos también están buscando materiales alternativos más rentables, como elementos de tierras raras como el itrio y el galio.
Además de las barras de control, hay otros medios disponibles para regular la reactividad. Por ejemplo, en los reactores de agua a presión, se añaden al refrigerante absorbentes de neutrones solubles, como el ácido bórico, para mantener una producción de energía estable durante largos períodos de funcionamiento. Para los reactores de agua en ebullición (BWR), ajustar el caudal de refrigerante también puede cambiar efectivamente la velocidad de reacción.
La combinación de barras de control y ajustes químicos estabiliza la reactividad a largo plazo del reactor.
La seguridad es una de las consideraciones principales en el diseño de reactores nucleares. En el diseño de la mayoría de los reactores, las barras de control están conectadas a la maquinaria de elevación a través de dispositivos electromagnéticos, de modo que en caso de un corte de energía, las barras de control pueden caer naturalmente debido a la gravedad, deteniendo así rápidamente la reacción. Sin embargo, algunos diseños como el BWR requieren el uso de sistemas hidráulicos para el apagado de emergencia.
Los accidentes nucleares como la explosión del SL-1 y el desastre de Chernobyl a menudo pueden atribuirse a una mala gestión o falla de las barras de control. Muchas veces, las medidas para gestionar eficazmente los incidentes de criticidad pueden requerir el uso de absorbentes químicos para garantizar que las reacciones nucleares no se salgan de control.
En este sentido, el uso de borato de sodio o compuestos de cadmio ha demostrado ser opciones efectivas para reducir consecuencias potencialmente catastróficas. Estas medidas enfatizan la comprensión y la importancia dada a las barras de control y su selección de materiales.
Otro hecho digno de mención es que con el mayor desarrollo de la tecnología de la energía nuclear, los científicos buscan constantemente alternativas más seguras y efectivas para mejorar la seguridad y estabilidad de los reactores nucleares. Entonces, de cara al desarrollo futuro de la tecnología de la energía nuclear, ¿estamos preparados para aceptar los desafíos y riesgos potenciales del progreso?