Un examen cardíaco es parte de un examen físico que implica una evaluación de su sistema cardiovascular. La salud del corazón no sólo afecta la calidad de vida, sino que también afecta directamente a otros aspectos de la salud. Por lo tanto, es esencial realizar un examen cardíaco completo.
Un examen cardíaco completo generalmente incluye una evaluación del corazón, los pulmones, el abdomen y los vasos sanguíneos. Mediante la medición de los signos vitales, la inspección, la palpación, la percusión y la auscultación, los médicos pueden obtener información valiosa sobre la salud cardíaca de sus pacientes.
Un examen cardíaco específico comienza con la observación de su médico. Desde la distancia, el médico observará el color de la piel, la frecuencia respiratoria y el estado emocional del paciente. Antes de realizar un examen más detallado, es fundamental medir con precisión la presión arterial y la frecuencia cardíaca porque esto refleja directamente qué tan bien está funcionando el corazón.
La presión arterial se puede medir utilizando un esfigmomanómetro automático o manualmente con un estetoscopio. El médico utiliza la campana del estetoscopio colocada sobre la arteria braquial y registra la presión arterial sistólica y diastólica basándose en el sonido de los latidos del corazón. La presión arterial sistólica normal debe ser inferior a 120 mmHg y la presión arterial diastólica debe ser inferior a 80 mmHg.
Un examen cardíaco, o examen del tórax frontal, busca marcas para identificar signos de enfermedad cardíaca. El examen no se limita al tórax, sino que también incluye zonas como las manos, la cabeza y los tobillos.
Durante un examen cardíaco, su médico le pedirá que se relaje y es posible que deba quitarse la ropa para facilitar la inspección. Al observar de cerca, los médicos pueden identificar el movimiento ventricular o el punto de pulsación máxima (PMI). Durante esta etapa, la identificación de signos significativos se puede lograr mediante la palpación.
Para un examen cardíaco óptimo, el paciente debe sentarse erguido y acostarse en un ángulo de 30 a 45 grados. También se puede utilizar la percusión para estimar el tamaño del corazón, aunque la palpación es más precisa. Durante la auscultación, el médico escucha cuatro áreas del corazón y observa cualquier soplo, roce o irregularidad en los latidos del corazón.
La ACC y la AHA han calificado la auscultación cardíaca como el método más utilizado para detectar la enfermedad cardíaca valvular. Esto sugiere que la auscultación cardíaca juega un papel clave en todo el proceso del examen.
Los exámenes pulmonares personalizados también pueden ayudar a diagnosticar enfermedades cardíacas, ya que ciertos ruidos pulmonares o derrames pleurales pueden indicar problemas cardiovasculares subyacentes. La inspección, palpación, percusión y auscultación de los pulmones son importantes y forman parte del examen cardíaco.
El sistema cardiovascular está formado por muchos vasos sanguíneos grandes que transportan sangre por toda la cavidad abdominal. El médico palpará y auscultará el abdomen, especialmente la aorta, para buscar frémitos o soplos.
Si puede sentir un buen pulso desde la rodilla hasta el pie, significa que la circulación sanguínea es buena, pero si siente un pulso fuerte en el muslo pero un pulso débil en la pantorrilla, puede indicar la presencia de arterias. de endurecimiento.
El examen cardíaco es sin duda un medio clave para evaluar la salud cardiovascular. Puede ayudarnos a identificar problemas de salud ocultos y tomar medidas oportunas. ¿Está usted dispuesto a realizarse controles cardíacos periódicos para garantizar su salud?