La hematuria, la presencia de sangre o glóbulos rojos en la orina, puede ser motivo de preocupación, ya sea sangre visible o glóbulos rojos diminutos. Cuando la orina aparece de color rojo, marrón o color té, se denomina "hematuria manifiesta". A veces, se puede detectar sangre microscópica en la orina a través de un microscopio o pruebas de laboratorio. Esta condición puede ser causada por cualquier parte del sistema urinario, incluidos los riñones, los uréteres, la vejiga, la uretra e incluso en el caso de los hombres, la glándula prostática.
"La hematuria puede tener muchas causas, entre ellas, infecciones del tracto urinario, cálculos renales, enfermedades virales, traumatismos, cáncer de vejiga y ejercicio extenuante".
Las causas de la hematuria generalmente se dividen en dos categorías: glomerulares y no glomerulares, dependiendo de qué glomérulos estén afectados. Pero no toda orina de color rojo significa hematuria. Ciertos medicamentos y alimentos (como moras, remolachas y colorantes alimentarios) también pueden hacer que la orina parezca roja. El período menstrual de una mujer también puede provocar la aparición de hematuria y hacer que el análisis de orina sea positivo. Los análisis de orina también pueden dar resultados falsos positivos si encuentran otros componentes en la orina, como la presencia de mioglobina, una proteína que se excreta en la orina durante la rabdomiólisis. La forma más precisa de confirmar la hematuria es mediante un examen microscópico, definido como la presencia de tres o más glóbulos rojos por campo de alto aumento.
Diagnóstico diferencialLa hematuria se puede clasificar según su visibilidad, origen anatómico y el momento del sangrado durante la micción. La sangre visible en la orina (llamada "hematuria macroscópica") puede ser de color rojo o marrón, o hematuria microscópica (no visible pero detectable con un microscopio o pruebas). La sangre o los glóbulos rojos pueden ingresar a la orina en varios sitios anatómicos, incluidos los riñones, los uréteres, la vejiga, la uretra y, en los hombres, la próstata.
"Según el origen anatómico, las fuentes de hematuria generalmente se pueden dividir en glomerulares y no glomerulares".
La hematuria glomerular generalmente se presenta como glóbulos rojos deformados o cilindros de glóbulos rojos, que se forman porque los glóbulos rojos se deforman al pasar a través de los capilares glomerulares. De hecho, se trata de un proceso patológico y ciertas afecciones, como la nefropatía por IgA, la nefritis hereditaria o la enfermedad de cambios mínimos, pueden conducir a esta afección.
Causas de la hematuria no glomerularLa presencia de coágulos de sangre evidentes en la orina generalmente indica hematuria no glomerular. Las causas comunes incluyen infección del tracto urinario, cálculos renales, cáncer (como carcinoma de células renales y cáncer de vejiga) e incluso otras como lesión de vejiga o ejercicio extenuante. Algunas personas tienen tendencias a sangrar, como anemia o deficiencia de vitamina K, y algunos medicamentos (como los anticoagulantes) también pueden aumentar el riesgo de sangrado.
No toda la orina de color rojo o marrón es causada por hematuria. Ciertos medicamentos y alimentos, como la remolacha, también pueden hacer que la orina parezca roja. Por ejemplo, tanto los medicamentos que contienen ácido clorhídrico como la cromaturia inducida por medicamentos son motivo de preocupación. Además, las pruebas de orina pueden dar resultados falsos positivos debido a otras sustancias en la orina. Aunque el análisis de orina puede identificar glóbulos rojos, también puede identificar hemoglobina libre, generalmente debido a hemólisis o miólisis.
Hematuria en niñosEn los niños, las causas comunes de hematuria incluyen fiebre, ejercicio extenuante, nefritis aguda y anomalías congénitas. Algunas afecciones, como una lesión uretral o un traumatismo mecánico (como la masturbación), también pueden causar hematuria.
La evaluación de la hematuria depende de la visibilidad de la sangre en la orina (hematuria macroscópica o microhematuria). La hematuria significativa debe investigarse más a fondo ya que puede tener una causa patológica. En pacientes con hematuria significativa existe un 20 a 25% de posibilidades de encontrar cáncer del tracto urinario.
"Si la evaluación inicial no revela una causa, se justifica una evaluación adicional por parte de un urólogo".
Después de confirmar la hematuria, el siguiente paso es descartar causas benignas, como infección del tracto urinario y trauma o cirugía reciente. Existen pasos separados para evaluar la hematuria glomerular y no glomerular, y el tratamiento se basa en la causa.
Sin embargo, cuando no se puede encontrar una causa clara, la forma de seguir prestando atención a la salud del paciente pondrá a prueba el criterio de los profesionales médicos. ¿Está usted preparado para afrontar estos posibles retos de salud?