Cirugía de hernia inguinal, un término familiar para muchos pero desconocido para otros, ¿qué conocimientos de salud esconde? Una hernia inguinal es una afección que surge de una debilidad en la pared abdominal, que generalmente hace que el contenido de la cavidad abdominal se deslice hacia un pasaje estrecho llamado canal inguinal. Esta condición es más común en hombres, ya que aproximadamente el 90% de los casos ocurren en ellos. Las hernias inguinales representan el 75% de todas las cirugías de hernia en los Estados Unidos.
Según los expertos, las hernias inguinales pueden variar desde ser asintomáticas hasta convertirse en una emergencia que requiera cirugía. Los pacientes pueden notar un pequeño bulto en el área de la ingle después de movimientos complejos que desaparece cuando se acuestan, pero reaparece cuando tosen o se esfuerzan para evacuar los intestinos. Con el tiempo, el bulto puede aumentar de tamaño y volverse más doloroso, lo que lleva al paciente a considerar la cirugía.
Los abordajes quirúrgicos para la hernia inguinal incluyen cirugía abierta y cirugía mínimamente invasiva. Una reparación abierta implica hacer una incisión de unos 10 centímetros en el área de la ingle, y luego el saco herniario se devuelve al abdomen o se extrae, y a menudo se utiliza el epiplón para reforzar la pared abdominal. La cirugía mínimamente invasiva utiliza incisiones más pequeñas y se realiza a través de una cámara, lo que reduce el dolor y el tiempo de recuperación de los pacientes. Según las estadísticas, la cirugía abierta representa el 96% de las 600.000 cirugías de reparación que se realizan cada año en los Estados Unidos.La cirugía es la mejor opción de tratamiento para todo tipo de hernias, pero no todos los pacientes requieren una reparación inmediata.
El éxito de la cirugía generalmente se evalúa en función de la tasa de recurrencia de la hernia, la intensidad del dolor y la calidad de vida posterior.
Cabe destacar que con el avance de la tecnología y la mejora de los estándares médicos, la seguridad y eficacia de la cirugía de hernia inguinal han sido ampliamente reconocidas. Según el estudio, el informe combinado mostró que para los pacientes con hernias asintomáticas y las mujeres embarazadas sin complicaciones, la cirugía puede retrasarse durante un período de observación, pero la mayoría de los pacientes eventualmente requerirán reparación quirúrgica. Incluso las pequeñas anomalías pueden volverse más peligrosas con el tiempo.
Aunque las complicaciones después de la cirugía son raras, no se pueden ignorar. Los pacientes pueden enfrentar riesgos como sangrado, infección e incluso incontinencia urinaria, pero quizás lo más notable es el dolor crónico que puede ocurrir después de la cirugía. Según los datos, entre el 10 y el 12% de los pacientes enfrentan desafíos debido al dolor postoperatorio, que puede requerir otra cirugía para resolverlo.
La cirugía es sólo una solución, pero ¿cómo se puede garantizar después la calidad de vida del paciente?
Sorprendentemente, el riesgo de hernias no se limita a los hombres adultos; muchos bebés y bebés prematuros también pueden enfrentar este problema. Por lo tanto, en el caso de hernias en recién nacidos y niños, los médicos recomiendan que la cirugía se realice de forma temprana incluso si no hay síntomas evidentes para prevenir posibles complicaciones en el futuro.
Nuestra actitud hacia la salud está a menudo limitada por diversas cogniciones y problemas inmediatos, y el desarrollo de la cirugía de la hernia inguinal parece haber despertado sutilmente nuestra reflexión sobre el concepto de salud. Cuando consideramos una cirugía, ¿deberíamos también reexaminar nuestro propio estado de salud y cómo afrontaremos futuros problemas de salud?