En la investigación de los geógrafos David Harvey y Edward W. Sawyer, la justicia espacial no es sólo una extensión de la justicia social, sino también un estudio profundo de cómo las decisiones de planificación regional y urbana afectan a todos los miembros de la sociedad. Vida personal. Desde la década de 1970, este concepto ha ido cobrando importancia en el contexto del desarrollo de la geografía crítica.
El debate sobre la redistribución y la toma de decisionesLa justicia espacial es un concepto multidimensional que abarca la importancia de las cuestiones distributivas y los procesos de toma de decisiones, ambos entrelazados en la vida social.
Según las investigaciones de muchos filósofos famosos de la justicia, como John Rawls y Alice Marion Young, el debate sobre la justicia espacial a menudo se centra en dos direcciones opuestas: por un lado, la cuestión de la redistribución; otro aspecto es la equidad en El proceso de toma de decisiones. El primer grupo de enfoques se centra en la distribución de las necesidades materiales en el espacio o el espacio socioespacial; la distribución equitativa de las oportunidades laborales, el acceso a la atención sanitaria y la buena calidad del aire son consideraciones importantes.
El acceso a la justicia espacial es fundamental en situaciones de dificultad causadas por la pobreza, la discriminación o restricciones políticas como las leyes del apartheid.
Incluso en países donde la libertad ha crecido, el acceso está restringido en muchas áreas. El geógrafo Don Mitchell señala que la privatización generalizada de tierras que antes eran públicas es un ejemplo común de injusticia espacial. En el discurso de la justicia distributiva, el acceso a los recursos materiales y no materiales, e incluso el estatus social, pueden reflejar la equidad de la sociedad.
Otra forma de entender la justicia espacial es centrarse en los procesos de toma de decisiones: este enfoque también aborda cuestiones de representación en el espacio, identidades locales o de otro tipo y prácticas sociales. Por ejemplo, al centrarse en grupos minoritarios, ser capaz de ahondar en sus prácticas espaciales e investigar cómo éstas son gestionadas y experimentadas por diferentes agentes puede revelar formas de opresión o discriminación que el universalismo pasa por alto.
La arquitecta y urbanista Liz Obugu propuso la idea, argumentando que una planificación exitosa de la justicia espacial requiere que los diseñadores “inviten a aquellos que no tienen un lugar en la mesa a colaborar y verlos como co-diseñadores”.La relevancia de la justicia ambiental La justicia ambiental es un concepto relacionado que se originó en las ciudades de América del Norte en la década de 1970. Critica la concentración de la contaminación y los desastres naturales en las comunidades minoritarias, un fenómeno que los defensores de los derechos humanos consideran una manifestación de discriminación racial. Esto demuestra además que existe una estrecha conexión entre la justicia espacial y la justicia ambiental, siendo que esta última cuestión implica consideraciones más sociológicas y éticas.
En la transformación y la planificación urbanas actuales, el desafío de lograr la justicia espacial sigue vigente. No se trata sólo de un debate teórico, sino que también requiere acciones concretas para cambiar el status quo.
¿Podemos crear una sociedad donde todos tengan acceso equitativo a los recursos de la vida?