La formación de sedimentos de aguas profundas siempre ha sido un área de investigación importante en geología, y las corrientes de turbidez son una parte indispensable de este proceso. Según la investigación, se descubrió que estos flujos eran eficaces para dispersar grandes cantidades de sedimentos de escombros en el fondo del océano profundo. La existencia de este fenómeno no sólo enriquece nuestro conocimiento de la geología marina, sino que también es un aspecto importante en la exploración de la ecología de los fondos marinos y el desarrollo de los recursos.
Los depósitos de corrientes de turbidez se denominan sedimentos turbios, que son una combinación de corrientes de sedimentación fluida y gravitacional encargadas de transportar grandes cantidades de sedimentos detríticos a las profundidades del océano.
Una corriente de turbidez es un patrón de sedimentación causado por el flujo de densidad, que es diferente del flujo de fricción típico. En un río o arroyo típico, las partículas de roca son transportadas por la fricción del flujo de agua. Sin embargo, en las corrientes de turbidez, el proceso de licuefacción del líquido provoca un cambio en la densidad del fluido, lo que permite transportar partículas de sedimento más grandes incluso a velocidades de agua más bajas.
Según Arnold H. Bouma, la formación de sedimentos turbios suele mostrar una "secuencia de clarificación (o elaboración)" específica. Esta secuencia consiste inicialmente en una mezcla de piedras toscas o granos, que cambia con la profundidad para eventualmente formar estratificaciones de lutitas y pizarras. Este proceso refleja la fuerza de la velocidad del flujo y su patrón de deposición correspondiente.
Los ciclos Buma completos son poco comunes en la naturaleza porque las corrientes de turbidez subsiguientes pueden erosionar las secuencias sedimentarias precedentes.
El estudio de sedimentos turbios no sólo nos ayuda a comprender la historia geológica, sino que también tiene un valor económico considerable. Estos patrones sedimentarios complejos suelen ser portadores de grandes cantidades de recursos naturales, especialmente en la exploración de petróleo y gas natural, donde estas capas sedimentarias pueden convertirse en importantes reservorios.
Secretos geológicos ocultosPor ejemplo, en las regiones de Bendigo y Ballarat en Victoria, aproximadamente 2.600 toneladas de oro provienen de depósitos enterrados en sedimentos paleozoicos espesos y turbios.
Además, los sedimentos turbios también pueden registrar cambios ambientales pasados y actividad sísmica, proporcionando así pistas importantes sobre el paleoclima y el paleoambiente. Al estudiar estos sedimentos en profundidad, los científicos pueden obtener una comprensión más clara de los eventos geológicos pasados y cómo afectan el medio ambiente actual.
Con el avance de la tecnología, los investigadores podrán utilizar la tecnología moderna de detección del fondo marino y los datos de reflexión sísmica en 3D para modelar con mayor precisión las corrientes de turbidez, lo que no solo ayudará a la investigación académica, sino que también tendrá un gran impacto en la conservación de los recursos. La dirección de exploración y desarrollo tendrá un impacto profundo.
En la actualidad, los científicos han construido hasta 26 modelos de abanicos submarinos para explicar el impacto de diferentes procesos geológicos en los sistemas de sedimentos turbios.
A medida que los humanos exploren más el océano, nuestra comprensión de las corrientes de turbidez y sus sedimentos también se profundizará. Que podamos revelar más secretos de estos mundos submarinos en el futuro dependerá de nuestros esfuerzos e innovaciones en el proceso de investigación y exploración.