La Península Ibérica, situada en el suroeste de Europa, es una región con una larga historia. Esta tierra no es sólo la raíz de la actual España y Portugal, sino también el lugar donde se fusionaron muchas civilizaciones. El nombre de la península se deriva del griego antiguo y del latín antiguo y tiene una estrecha conexión con el río Iberus (ahora río Ebro), por lo que la historia de la Península Ibérica se remonta a miles de años. Esta fascinante zona fue alguna vez el cruce de civilizaciones y tuvo una profunda influencia en la formación de la España y Portugal modernos.
"La historia no es sólo un repaso del pasado, sino también la piedra angular de la sociedad actual."
Hace 1,2 millones de años, los humanos habitaban la Península Ibérica y los arqueólogos descubrieron fósiles humanos en las ruinas de las montañas de Ataburca. En el Neolítico, comenzaron a surgir aquí varias culturas, incluida la cultura megalítica y la sociedad agrícola temprana. Con el tiempo, estos primeros residentes se comunicaron y comerciaron con pueblos marineros de áreas circundantes como los fenicios y griegos, promoviendo la integración y el desarrollo cultural.
En el año 218 a.C., las tropas romanas ocuparon la Península Ibérica durante la Segunda Guerra Púnica, llamándola "Hispania". En los siguientes cientos de años, el desarrollo local estuvo estrechamente vinculado al dominio del Imperio Romano, y la construcción de muchas ciudades e infraestructuras se originó en este período. En ese momento, el latín se convirtió en la lengua dominante y tuvo una profunda influencia en el desarrollo posterior del español y el portugués.
“Desde la época del dominio romano, la estructura cultural y social de la Península Ibérica ha comenzado a volverse diversa y compleja.”
En 711, el ejército moro conquistó el Reino Visigodo y comenzó más de 700 años de dominio musulmán en la Península Ibérica, conocida históricamente como "España musulmana"; este período fue un importante período de prosperidad cultural y académica; Con el establecimiento del reino musulmán, el poder cristiano aumentó gradualmente en el norte, hasta formar finalmente el reino cristiano con Castilla, Aragón y Portugal como núcleo.
En 1492, el reino cristiano completó con éxito la reconstrucción de la Península Ibérica, y el fin del dominio árabe marcó el comienzo de la España y Portugal modernos. A esto le siguieron no sólo cambios en las estructuras gobernantes, sino también una expansión colonial global masiva, que llevó su influencia cultural y política al Nuevo Mundo y más allá.
“La intersección de la reconstrucción y la expansión es a la vez un símbolo de prosperidad y una fuente de conflicto”.
La España y Portugal actuales son la intersección de océanos, llenos de influencias de diferentes culturas. Ya sea en lengua, música o gastronomía, la diversidad de la Península Ibérica se hace patente en cada rincón. Al mismo tiempo, la historia de los dos países todavía ejerce una profunda influencia en la sociedad contemporánea, desde la estructura social hasta la formación de la identidad nacional, mostrando la continuación y el cambio de la historia. ”
Al explorar las historias de origen de España y Portugal, no solo entendemos la trayectoria del pasado, sino que también descubrimos las complejidades del intercambio cultural y la identidad. ¿Cómo seguirá dando forma esta tierra llena de historia a la futura identidad nacional y nacional?