En el acelerado entorno laboral actual, el agotamiento se ha convertido en un problema cada vez más preocupante. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el síndrome de burnout es un fenómeno laboral causado por el estrés crónico relacionado con el trabajo que no se puede gestionar eficazmente. Los orígenes del concepto se remontan a Estados Unidos en el siglo XIX, específicamente a la introducción del término Neurastenia, que proporcionó un marco temprano para el fenómeno del agotamiento. George Beard, el creador del concepto de neurastenia, ha influido profundamente en la comprensión que la gente tiene del síndrome del agotamiento.
Beard creía que la neurosis era una enfermedad causada por las cargas de la civilización. Combinó esto con el estilo de vida moderno de la época, donde el tormento mental constante conducía al colapso emocional, especialmente para los trabajadores del conocimiento. Con el tiempo, el concepto evolucionó hasta convertirse en "americanitis", una palabra de moda que describía los problemas de salud causados por la búsqueda del éxito y la vida ocupada de la época.Cuando Beard introdujo el término "neurastenia" en 1869, estaba expresando el estrés mental y el agotamiento físico y mental que enfrentaban las personas de la sociedad de élite.
El término "burnout" se empezó a utilizar oficialmente relativamente tarde. En 1969, el funcionario de prisiones estadounidense Harold B. Bradley mencionó por primera vez el burnout en un estudio sobre delincuencia juvenil. Posteriormente, en 1974, el artículo de Freudenberger “Staff Burn-Out” animó aún más a la sociedad a prestar atención a este fenómeno. Describe los síntomas del burnout, enfatizando la conexión entre la carga excesiva de exigencias laborales y el agotamiento emocional.
Freudenberger sugiere que los trabajadores agotados "se ven, actúan y se sienten deprimidos".
En este contexto, en 1976 la psicóloga Christina Maslach realizó una investigación en profundidad sobre los efectos del estrés interpersonal en los trabajadores de servicios humanos. Su investigación reveló síntomas de agotamiento, irritabilidad y apatía hacia los clientes que se han convertido en parte de la definición moderna del síndrome de burnout. A medida que se profundiza en el conocimiento del síndrome de burnout, cada vez más psicólogos han propuesto diferentes herramientas de evaluación del grado de burnout. La más famosa es el Maslach Burnout Inventory (MBI), que proporciona a los profesionales una herramienta de evaluación. Herramientas relacionadas con el burnout.
Aunque inicialmente la OMS consideró el burnout como un fenómeno puntual, en 2019 lo incluyó formalmente en su clasificación CIE-11, afirmando explícitamente que se origina en un estrés ocupacional crónico que no se gestiona de manera eficaz. Los síntomas del síndrome de burnout incluyen agotamiento, mayor distancia mental y reducción de la eficacia profesional, lo que ha dado lugar a su legitimación en la salud laboral.
"El burnout es un síndrome causado por el estrés laboral y no está reconocido por la OMS como una condición médica o psiquiátrica".
Cabe destacar que, si bien ha habido un progreso significativo en la comprensión del síndrome de burnout en todo el mundo, según investigaciones anteriores, la línea entre el síndrome de burnout y la depresión sigue siendo borrosa. Por ejemplo, una revisión de la literatura realizada en 2015 por el psicólogo francés Renzo Bianchi mostró que existe una superposición entre el síndrome de burnout y la depresión, y que muchos estudios no logran distinguir claramente entre ambas afecciones. Esta comprensión del síndrome de burnout sigue siendo un tema de debate, y muchos expertos lo consideran un estado depresivo más que un fenómeno totalmente separado.
A medida que la gente comprende mejor el síndrome de burnout y sus posibles efectos, muchos países y regiones han comenzado a reconocerlo como una enfermedad ocupacional y a brindar compensación a los trabajadores por ello, lo que resalta aún más el impacto a largo plazo de los entornos de trabajo de alta presión en Salud física y mental. ¿Es necesario reformar el entorno laboral de manera más amplia para reducir el riesgo de agotamiento, junto con nuevas pautas de salud y estrategias de gestión?