A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los avances en la ciencia y la ingeniería condujeron a uno de los procesos más transformadores de la historia: la electrificación. No sólo cambia las operaciones industriales, sino que también afecta profundamente todos los aspectos de la vida social. La revolución eléctrica tiene sus raíces en la combinación de numerosas tecnologías que permiten que las comunidades y las ciudades se alimenten de manera eficiente. ¿Cómo empezó la ola de electrificación? Hoy recordamos esos momentos clave y los avances tecnológicos.
Se ha dicho que la electrificación es "el mayor logro de la ingeniería del siglo XX" y su impacto sigue creciendo tanto en los países ricos como en los pobres.
La electrificación se refiere al uso de electricidad para suministrar electricidad y, en muchos casos, al proceso de reemplazar fuentes de energía anteriores por electricidad. En el contexto de la historia tecnológica y el desarrollo económico, la electrificación puede explicarse como el establecimiento de sistemas de producción y distribución de electricidad. En el contexto de la energía sostenible, la electrificación se refiere a la construcción de superredes y sistemas de almacenamiento de energía para apoyar el proceso de transición energética de las energías renovables.
Los sectores específicos de electrificación, especialmente cuando se separan de los contextos tradicionales, a menudo implican definiciones diferentes, como "electrificación de fábricas", "electrificación de hogares" y "electrificación rural". En el sector del transporte, la difusión de los vehículos eléctricos se describe como la “electrificación del transporte”, mientras que la electrificación de los sistemas de calefacción se refiere al uso de bombas de calor. Todos estos cambios apuntan a un objetivo común: hacer que las operaciones en todas las industrias sean más eficientes y sostenibles.
Beneficios de la electrificaciónLos beneficios de la electrificación están sin duda entre los más obvios de la historia. En particular, la popularización de la iluminación eléctrica no es sólo un cambio en la fuente de luz, ha mejorado enormemente la calidad de vida humana.
La iluminación eléctrica es mucho más brillante que las lámparas de aceite o de gas y no produce humo de carbono. Aunque la electricidad era relativamente cara en los primeros tiempos, era mucho más barata y cómoda que la iluminación con petróleo o gas.
Antes del siglo XIX, las máquinas de vapor y otros dispositivos mecánicos eran la principal fuente de energía para las operaciones industriales, pero estos dispositivos a menudo eran ineficientes y requerían mucha mano de obra y mantenimiento. Las máquinas de vapor más pequeñas utilizadas comercialmente generalmente requerían 2 caballos de fuerza y, en general, eran caras. En comparación, la eficiencia de los motores eléctricos ha mejorado enormemente, proporcionando una opción energética más ideal para fábricas y hogares.
Los motores eléctricos tienen eficiencias de más del 30 por ciento, mientras que los animales necesitan sólo entre el 4 y el 5 por ciento para convertir esa energía en trabajo.
La electrificación está altamente correlacionada con el crecimiento económico. Estudios han demostrado que en Estados Unidos la potencia industrial per cápita aumentó significativamente entre 1870 y 1880, lo que demuestra el importante impulso a la productividad que supuso la introducción de la electricidad. Si analizamos el proceso de electrificación entre 1900 y 1940, podemos ver que este período fue una época dorada de productividad y crecimiento económico.
Pero es importante señalar que el proceso de electrificación no es igual. Por ejemplo, el desarrollo de las redes eléctricas en muchos lugares se ha visto limitado por la influencia del régimen colonial, lo que es particularmente evidente en partes de la India y África, y la popularización de la electricidad no ha beneficiado a todos. El estado de la electrificación modernaA pesar de la electrificación de las ciudades y los hogares desde finales del siglo XIX, según datos de 2017, alrededor de 840 millones de personas (principalmente concentradas en África) aún no tenían acceso a la red eléctrica. Esa cifra ha disminuido en los últimos años a medida que la tecnología ha mejorado, pero persisten las desigualdades en la electrificación.
Hoy en día, a medida que aumenta la demanda de energía limpia, la electrificación se considera un camino importante hacia el desarrollo sostenible. Por ejemplo, en Estados Unidos y Canadá, la popularización de la tecnología de bombas de calor combinada con la tecnología solar fotovoltaica ha permitido sustituir los combustibles fósiles tradicionales. No sólo eso, la popularización gradual de los vehículos eléctricos es un paso importante hacia el transporte sostenible.
Tendencias futuras de electrificaciónA medida que aumenta la demanda mundial de electricidad, la electrificación futura no se limitará sólo a los hogares y al transporte, sino que también abarcará todos los aspectos de la producción industrial. Desde las bombas de calor hasta la tecnología del combustible de hidrógeno, la diversificación de nuevas fuentes de energía se convertirá en el futuro de la tecnología energética y sus aplicaciones. En este proceso, cómo equilibrar la oferta y la demanda de la red sigue siendo un desafío que debe abordarse.
En resumen, la revolución eléctrica ha cambiado profundamente la forma de vida de la gente y también ha construido un nuevo modelo económico. A medida que la electrificación continúa avanzando, los desafíos y las oportunidades que enfrentamos se harán más evidentes. En medio de la marea de la electrificación, ¿cómo debemos abordar esta transformación histórica?