En la era actual de rápidos avances en la tecnología médica, las píldoras digitales, como forma farmacéutica emergente, están cambiando gradualmente nuestra comprensión del uso y el seguimiento de los medicamentos. Este sensor de ingestión electrónico transmite automáticamente datos médicos una vez que un paciente ingiere una pastilla para controlar mejor el cumplimiento de la medicación. Sin embargo, junto con su popularidad, también hay muchas discusiones sobre la privacidad y los intereses económicos.
El propósito de las píldoras digitales es garantizar que los pacientes tomen sus medicamentos a tiempo, y dicho cumplimiento es fundamental para muchos pacientes con enfermedades crónicas.
En 1957 nació el primer dispositivo electrónico tragable. Aunque su progreso se estancó durante un tiempo, los avances tecnológicos de la década de 1990 aportaron nueva vitalidad a este campo. No fue hasta 2017 que se lanzaron las primeras píldoras digitales aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). Este importante hito simbolizó un salto en la medicina digital.
El aripiprazol (Abilify) producido por Otsuka Pharmaceuticals es una píldora digital utilizada en el tratamiento de la esquizofrenia. El sensor interior, desarrollado por Proteus Digital Health, se activa con el ácido del estómago y envía señales eléctricas. Los datos se envían a una aplicación de teléfono inteligente a través de un parche colocado en el pecho. El nacimiento de esta tecnología no sólo brinda a los pacientes más opciones de seguimiento para tomar medicamentos, sino que también genera preocupaciones sobre su privacidad y seguridad.
A pesar del potencial de las píldoras electrónicas, las preocupaciones entre algunos pacientes con esquizofrenia pueden hacer que el uso generalizado de la tecnología sea un desafío.
Actualmente, los sensores alimentarios más comunes en el mercado se utilizan principalmente para monitoreo de imágenes, detección de gases, cumplimiento de medicamentos y monitoreo de absorción de medicamentos. Estas diferentes tecnologías de píldoras digitales tienen diferentes características de aplicación.
Normalmente, la fotografía y el vídeo requieren grandes cantidades de transferencia de datos. Las cápsulas tragables combinadas con una cámara de vídeo se utilizan para examinar la estructura macroscópica de órganos huecos como el estómago y el intestino delgado, y son mucho menos invasivas que la endoscopia tradicional.
La cápsula sensora de gas utiliza una membrana permeable al gas y un sensor de gas electroquímico, que se utiliza principalmente para detectar la presión de varios gases producidos por reacciones metabólicas en el intestino. Estos datos pueden ayudarnos a comprender nuestra salud digestiva.
Algunos sensores alimentarios están diseñados específicamente para monitorear la absorción y el cumplimiento de los medicamentos. Estos sensores se activan mediante cambios de pH en el estómago y transmiten datos a través de Bluetooth.
El análisis de muestras de heces mediante voltamperometría puede utilizarse como una nueva herramienta para el diagnóstico intestinal y proporciona una nueva dirección para la identificación de enfermedades.
Debido a la particularidad de los sensores tragables, son particularmente adecuados para recopilar datos dentro del tracto digestivo, cubriendo múltiples órganos como la boca, el esófago, el estómago y el colon. La diversidad de estas tecnologías nos permite obtener información sobre el funcionamiento interno del cuerpo humano.
Los sensores utilizados en la boca se pueden utilizar para detectar desequilibrios electrolíticos, condiciones metabólicas en el cuerpo y una variedad de posibles infecciones.
Se podría utilizar una píldora digital con capacidad de obtención de imágenes en endoscopia para detectar inflamación y desgarros en el esófago.
La píldora digital puede detectar el pH del estómago para ayudar a analizar el proceso digestivo y buscar patógenos como Helicobacter pylori en lugares específicos.
Las pruebas de colon internas se pueden utilizar para diagnosticar afecciones como infección, malabsorción y cáncer de colon, y tienen ventajas sobre la endoscopia tradicional.
La mayoría de las píldoras digitales utilizan baterías de óxido de plata; se evitan las baterías de iones de litio para evitar daños al sistema digestivo. En términos de operación técnica, para promover el movimiento de las píldoras, la mayoría de las píldoras digitales se basan en la precesión pasiva, pero también hay formas de guiar el movimiento a través de campos magnéticos externos.
Aunque muchas partes han probado la seguridad de las píldoras digitales, la posible interacción entre ellas y dispositivos como los marcapasos cardíacos aún no se ha resuelto.
En general, en tan solo unas pocas décadas, desde 1957 hasta 2017, la tecnología de las píldoras digitales ha experimentado un gran salto desde cero. De cara al futuro, el desarrollo de la medicina digital sin duda cambiará la faz de la industria médica, pero aún es necesario abordar cuestiones como la privacidad, la seguridad y los beneficios económicos durante el proceso de promoción para garantizar el desarrollo sostenible de la tecnología. ¿Cómo ve el papel de las píldoras digitales en la gestión de su salud?