En nuestra vida diaria, el comportamiento de la materia parece ser constante, pero los científicos han utilizado tecnología de ingeniería para crear un tipo de materia completamente nuevo llamado metamateriales. La magia de esta sustancia, que tiene propiedades que no suelen encontrarse en la naturaleza, es que no están determinadas por las propiedades del material subyacente, sino por la estructura recién diseñada. Estos materiales no sólo pueden controlar las ondas electromagnéticas, sino también ajustar los sonidos e incluso las ondas sísmicas. Esto nos permite vislumbrar finalmente la nueva situación de la tecnología del futuro.
Estos nuevos metamateriales están hechos de una variedad de materiales, como metales y plásticos, dispuestos a escalas más pequeñas que las longitudes de onda a las que afectan. A través de formas, geometrías y disposiciones precisas, los metamateriales pueden bloquear, absorber, mejorar o doblar ondas.
Las posibles aplicaciones de estos metamateriales son bastante amplias, desde equipos deportivos hasta equipos médicos e incluso aplicaciones de aviación de largo alcance relacionadas. Los metamateriales han demostrado un gran potencial. Por ejemplo, los metamateriales se pueden utilizar para diseñar lentes metálicas, cuyas capacidades de obtención de imágenes superan el límite de difracción de las lentes tradicionales, aumentando así la densidad de los datos ópticos.
Al diseñar estructuras apropiadas, estos metamateriales pueden incluso exhibir efectos de "invisibilidad" en diferentes longitudes de onda. La demostración de materiales exponenciales graduados es un ejemplo que brinda a la humanidad un potencial más significativo para hacer realidad la fantasía de ciencia ficción de las "capas de invisibilidad". Además de las ondas electromagnéticas, los metamateriales también se han convertido en un campo de investigación popular en el estudio de la acústica y las ondas sísmicas.
El concepto de metamateriales no aparece en tiempos recientes, se remonta a finales del siglo XIX. En aquella época, Jagadish Chandra Bose ya había comenzado a explorar sustancias con propiedades quirales. A principios del siglo XX, Karl Ferdinand Lindman también estudió el efecto de las espirales metálicas sobre las ondas. Más tarde, en la década de 1940, Winston E. Kock de AT&T Bell Laboratories desarrolló materiales con propiedades metamateriales similares.
En 1967, Victor Veselago describió por primera vez teóricamente los materiales refractivos negativos y demostró que dichos materiales pueden transmitir luz. Hasta 1995, John M. Guerra fabricó con éxito una rejilla transparente de sublongitud de onda de 50 nanómetros de ancho, que allanó el camino para la realización de lentes metálicos.
Con la profundización de la investigación sobre metamateriales, las posibilidades de aplicaciones científicas y tecnológicas de estos materiales se han vuelto infinitas. Desde sensores ultrasónicos mejorados en dispositivos de pruebas médicas hasta comunicaciones de alta frecuencia en el campo de batalla, los metamateriales continúan cambiando nuestras vidas. Asimismo, estos materiales tienen aplicaciones prometedoras en la gestión de la energía solar, la tecnología láser y la construcción sismorresistente.
Para permitir que los lectores comprendan mejor estos conceptos, los investigadores dividen los metamateriales en varias ramas principales: metamateriales electromagnéticos/de ondas de luz, otros metamateriales de ondas y metamateriales de difusión.
El comportamiento de los metamateriales electromagnéticos se ve afectado por la microestructura del material, que es más pequeña que la longitud de onda de las ondas afectadas. Las propiedades inusuales de estos metamateriales son causadas por las reacciones resonantes de cada componente, más que por su disposición espacial. Dicha resonancia hace que cambien los parámetros efectivos de las ondas electromagnéticas (como la constante dieléctrica y la permeabilidad magnética), razón por la cual los metamateriales pueden mostrar su singularidad en muchas aplicaciones diferentes.
En particular, los metamateriales con índice de refracción negativo se denominan metamateriales de índice negativo (NIM), que se caracterizan por tener tanto una constante dieléctrica negativa como una permeabilidad magnética negativa. Esta configuración permite que estos materiales demuestren ventajas en el control de la dirección de propagación de ondas electromagnéticas y mejoren las capacidades de obtención de imágenes.
Aunque los metamateriales tienen una gama tan amplia de escenarios de aplicación, su fabricación y puesta en práctica aún enfrentan muchos desafíos. Cómo superar las limitaciones técnicas actuales de la comunidad de materiales y diseñar metamateriales con un rendimiento estable y bajos costos de fabricación sigue siendo una tarea importante para los científicos de materiales actuales. Sin embargo, a medida que avance la investigación, los metamateriales traerán más innovaciones científicas y tecnológicas inesperadas, promoviendo así el desarrollo de la sociedad.
En el futuro modelo tecnológico, ¿cómo cambiarán los metamateriales nuestra comprensión de la materia?