Hoy en día, el litio es un fármaco común que se utiliza para tratar el trastorno bipolar. Sin embargo, muchas personas desconocen los efectos del envenenamiento por litio en los riñones y sus posibles riesgos para la salud. Según las estadísticas, cada año se reportan aproximadamente 5000 casos de intoxicación por litio en los Estados Unidos, y muchos de estos casos están estrechamente relacionados con la salud renal. Las dosis altas de litio pueden provocar una variedad de síntomas en el cuerpo, incluidos temblores, aumento de los reflejos, dificultad para caminar y problemas renales.
El envenenamiento por litio puede causar problemas de salud graves, como pérdida de apetito y cambios de conciencia.
La condición tóxica del litio se llama sobredosis de litio y generalmente es causada por una ingesta excesiva o una excreción reducida. Esto puede ser el resultado de una intención suicida o un accidente. Especialmente las personas con antecedentes de enfermedad renal, tienen más probabilidades de experimentar toxicidad con dosis diarias. Esto se debe a que el litio depende casi exclusivamente de los riñones para su excreción y, cuando la función renal es deficiente, la acumulación de litio puede ser peligrosa.
La mala salud renal hace que los pacientes toleren menos el litio, lo que resulta en una mayor toxicidad.
Los síntomas de la intoxicación por litio se pueden dividir en tres niveles: leves, moderados y graves. Los síntomas leves incluyen náuseas, fatiga y temblores, que generalmente ocurren con concentraciones séricas de litio entre 1,5 y 2,5 mEq/L. Los síntomas moderados, como confusión, taquicardia y disminución del tono muscular, ocurren con dosis de 2,5 a 3,5 mEq/L. Cuando las concentraciones séricas de litio exceden los 3,5 mEq/L, se presentan síntomas graves como coma, epilepsia, hipotensión y aumento de la temperatura corporal.
La aparición de síntomas de intoxicación de leves a graves indica la amenaza potencial del litio para los riñones y el sistema nervioso.
La intoxicación aguda se manifiesta principalmente con síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea, que pueden provocar la pérdida de líquidos corporales. Por el contrario, en la intoxicación crónica predominan los síntomas neurológicos, como nistagmo, temblores, hiperreflexia y ataxia. En el caso de una intoxicación aguda o crónica, los síntomas de ambas se presentan al mismo tiempo, lo que resulta muy complejo e impredecible.
Los pacientes que sobreviven a la intoxicación por litio pueden desarrollar problemas de salud continuos, uno de los cuales es el síndrome de neurotoxicidad irreversible por efecto del litio (SILENT), que causa efectos neurológicos y psiquiátricos irreversibles.
Estos síntomas pueden afectar la memoria y las capacidades cognitivas del paciente, lo que resulta en una calidad de vida reducida.
El diagnóstico de intoxicación por litio generalmente se basa en los síntomas y se respalda en análisis de sangre. Las dosis terapéuticas normales están entre 0,6 y 1,2 mEq/L. Si el paciente está envenenado, es posible que deba ser tratado mediante lavado gástrico, diálisis, etc. En circunstancias especiales, el médico puede utilizar dióxido de carbono y solución salina para estimular la excreción de litio.
El reconocimiento temprano y el tratamiento adecuado son las claves para mejorar el pronóstico de la intoxicación por litio.
Los efectos del litio en los riñones y los riesgos para la salud han hecho que las personas se preocupen más sobre si pueden usar este medicamento de manera segura. Si desarrolla síntomas mientras toma litio, debe buscar asistencia médica de inmediato. Entonces, en la sociedad actual, ¿todos deberían ser conscientes de los riesgos potenciales para la salud renal al tomar medicamentos con litio?