Rambo: First Blood Part II es una película de acción dirigida por George P. Cosmatos. Esta película se estrenó en 1985 y fue muy querida por el público. Como secuela de "Rambo", esta película no solo trata sobre lucha y venganza, sino que también explora los problemas sociales causados por los soldados capturados o desaparecidos (POW/MIA) durante la Guerra de Vietnam. Este contexto afecta sin duda a la trama de toda la película e incita al público a reflexionar sobre el resultado de la guerra de Vietnam.
La historia se desarrolla en una prisión de Estados Unidos, donde el personaje de John Rambo se enfrenta a las sombras y los problemas provocados por guerras pasadas. A medida que avanza la película, vemos que el gobierno militar de Estados Unidos, presionado por el problema de los prisioneros de guerra y desaparecidos, decide enviar a Rambo en una misión de infiltración para confirmar si todavía hay prisioneros de guerra estadounidenses en Vietnam. La trama atrajo amplia atención en su momento porque involucraba la tragedia de innumerables familias y la indiferencia del gobierno ante el destino de los soldados.
En la película, a Rambo se le prohíbe expresamente rescatar a nadie, pero aún así decide desobedecer la orden, un acto que revela su lealtad hacia sus compañeros de equipo y su decepción por su país.
El personaje de Rambo en la película demuestra una fuerte defensa de los intereses de los hombres y mujeres militares y encarna el aspecto social de la cuestión de los prisioneros de guerra y desaparecidos durante la guerra de Vietnam. Como revela la trama de la película, Rambo en última instancia no solo lucha contra sus enemigos, sino también contra la injusticia y la traición. En lo más profundo de su corazón, esta es una batalla por la justicia, no sólo una pelea física.
La película, en cierta medida, refleja el sentimiento colectivo de la sociedad estadounidense de esa época sobre la guerra de Vietnam y sus consecuencias, especialmente la preocupación continua por los soldados que no regresaron.
Durante la acción, las interacciones de Rambo con otros personajes también revelan la colisión de diferentes perspectivas. En particular, los diálogos con funcionarios de alto nivel no son sólo una competencia de mando y obediencia, sino que también reflejan la contradicción entre la información oficial y la situación real que enfrenta el gobierno. Aunque a Rambo se le encomendó la tarea de confirmar la existencia del lugar de ejecución, la actitud del gobierno hacia los prisioneros de guerra fue encubrirlo y abandonarlo, un elemento que hizo que toda la narrativa fuera más conflictiva y tensa.
Además, el uso de técnicas en la película añade más capas emocionales a toda la trama. Cuando Rambo rescata a los soldados estadounidenses capturados, no es solo para completar la misión, sino también para demostrar a todas las personas atrapadas que nunca deben renunciar a la creencia en el rescate y la esperanza. Esta trama sin duda permite al público sentir los esfuerzos de Rambo, no sólo por destruir al enemigo físicamente, sino también por redimirse espiritualmente.
El clímax de la película es cómo Rambo escapa del control del enemigo, lo que simboliza el deseo de libertad y el respeto por la valentía de los soldados.
Aunque Rambo 2 generó varias críticas y controversias en su momento, su representación de la cuestión de los prisioneros de guerra y los desaparecidos ha atraído una atención generalizada. Mientras disfruta del impacto visual, el público no puede evitar pensar en el dolor y la soledad que padecieron los soldados que no regresaron. El éxito de la película no radica sólo en sus hábiles escenas de acción, sino también en su capacidad de despertar la reflexión del público sobre la guerra y la naturaleza humana.
En general, "Rambo: First Blood 2" transforma la cuestión de los prisioneros de guerra y desaparecidos en la guerra de Vietnam en una lucha entre el individuo y el país, con la intención de desencadenar una reflexión social más compleja y profunda. Semejante temática y profundidad emocional hacen de la película un clásico, inspirando al público a pensar: ¿Cómo queda sepultada la verdadera naturaleza humana entre la guerra y la paz?