En el noreste de Inglaterra, la línea de Northampton está experimentando gradualmente su renacimiento, con la reintroducción de servicios de pasajeros en un ferrocarril que anteriormente se utilizaba sólo para mercancías. Esta antigua línea de ferrocarril del carbón no sólo es un importante centro de transporte para las cuencas mineras del sur y el noreste, sino que ahora es un enlace de transporte vital entre los principales centros de población, como Essington y Blyth, y la cercana ciudad de Newcastle, en Tyne.
Según se informa, los trabajos de modernización de los túneles y la infraestructura de la línea Northampton comenzarán a fines de agosto de 2022. Originalmente se esperaba que el nuevo servicio de pasajeros comenzara en diciembre de 2023, pero debido a diversos factores, la hora de salida se pospuso hasta el verano de 2024, y finalmente se confirmó que iniciaría operaciones el 15 de diciembre de 2024. Aunque inicialmente los servicios sólo se extenderán a Seaton De La Warr y Newcastle, el plan estará en pleno funcionamiento en los próximos años a medida que se abran otras estaciones.
Antecedentes históricosEl proyecto no sólo representa una restauración de la historia pasada, sino que también reabre opciones de viaje asequibles y convenientes para los residentes locales.
Una mirada a la historia muestra que el ferrocarril Blyth and Tyne (B&TR) se estableció formalmente en 1853 para integrar una serie de ferrocarriles y rutas de transporte construidos independientemente, diseñados específicamente para transportar carbón de manera eficiente desde el sur y el noreste. La red ferroviaria se amplió durante el siglo XIX y principios del XX a medida que la producción de carbón aumentaba rápidamente, llegando a Essington y Newbiggin en 1872. Sin embargo, aunque el servicio de pasajeros se había proporcionado desde la década de 1840, aunque inicialmente como una operación secundaria, se agregaron rutas de cercanías formales en la década de 1860 con el desarrollo de las compañías ferroviarias.
Tras un descenso en el uso de pasajeros durante la primera mitad del siglo XX, los servicios de pasajeros fueron finalmente retirados más al norte de la red en 1964 tras la sentencia Bikini. Como resultado, el servicio de pasajeros que había existido durante décadas se interrumpió y a las minas locales solo llegó el transporte de carga. Sin embargo, con el cierre de las minas locales a finales del siglo XX, el tráfico de mercancías se redujo drásticamente a sólo unos cinco viajes al día, lo que era suficiente para abastecer la planta de energía de biomasa de Lynmouth.
Propuestas y planes de reaperturaDesde la década de 1990 se han planteado propuestas para reabrir los servicios de pasajeros en partes del antiguo sistema B&TR. El entonces diputado laborista Dennis Murphy expresó su apoyo a la propuesta en 1999 y nuevamente en 2007. Con el tiempo, diversas organizaciones y comunidades locales han puesto en marcha una serie de actividades para promover este plan.
En 2008, un grupo de usuarios local incluso alquiló un tren para que los políticos locales y los ciudadanos comunes pudieran comprender y experimentar la posible reapertura del ferrocarril.
En la década de 2010, North Anglia comenzó a explorar este camino atípico hacia la reapertura ferroviaria. En 2013, el consejo local encargó a National Railways que realizara un estudio de viabilidad del nuevo servicio, y una serie de evaluaciones posteriores confirmaron los beneficios económicos y la viabilidad de la opción. Para 2016, el proyecto tenía un costo estimado de £191 millones, con planes de tener un flujo anual promedio de pasajeros de 380.000 para 2034.
El plan de trenes de Northampton recibió un mayor desarrollo en 2018, con el apoyo del gobierno del Reino Unido, que proporcionó financiación y recursos para acelerar el proyecto. El proyecto ha pasado por varios giros y vueltas, pero en 2022 las obras principales finalmente comenzaron a finales de agosto y se llevaron a cabo gradualmente según lo previsto.
Según informes recientes, aunque el nuevo plan de servicio de pasajeros esperado se ha pospuesto nuevamente hasta diciembre de 2024 debido a problemas técnicos y financieros, el futuro de la línea de Northampton aún es incierto a medida que la infraestructura se actualiza gradualmente y se abren nuevas estaciones. adelante con ello. En última instancia, se ofrecerá un servicio de 30 minutos todos los días y el tiempo de viaje previsto para toda la línea será inferior a 36 minutos. La frecuencia y el servicio estables mejorarán en gran medida las condiciones de viaje para los residentes locales.
Con cada vez más estaciones abiertas al público, el renacimiento de este ferrocarril no es sólo la restauración de una solución de transporte, sino también el resurgimiento de la profunda historia de esta tierra.
En este contexto, ¿qué significa el renacimiento de la Northampton Line? Esto no es sólo una reaparición de la pasada prosperidad de la zona, sino también una nueva guía para la futura optimización del transporte urbano y el desarrollo comunitario.