La marta europea (Martes martes), un ágil animal salvaje, es un animal peletero endémico de Europa, y su área de distribución abarca la mayor parte de Europa, incluyendo Asia Menor, Georgia y partes de Irán. Aunque está catalogada como una especie de Preocupación Menor en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), sus hábitos de vida y hábitats aún enfrentan desafíos debido al impacto de las actividades humanas.
El pelaje de la marta europea suele ser de color marrón claro a marrón oscuro, corto y áspero en verano y largo y sedoso a medida que se acerca el invierno. Suele tener una marca en forma de “collar” de color crema a amarillo en la garganta. Su longitud corporal puede alcanzar los 53 cm, con una cola de unos 25 cm, y pesa generalmente entre 1,5 y 1,7 kg.
En décadas anteriores, la marta europea se encontraba principalmente en el noroeste de Escocia, pero según un estudio de 2012, el animal se ha extendido a otras partes de las Tierras Altas de Escocia. En el Reino Unido, se creía que las martas estaban extintas, pero algunos avistamientos recientes sugieren que podrían estar recolonizando.
“Según el informe, la fotografía, tomada por un fotógrafo aficionado en Chopshire, en el oeste de Inglaterra, en 2015, marca el primer avistamiento confirmado de una marta de pino en el Reino Unido en un siglo”.
La marta europea es la única marta que tiene garras semiretraídas, lo que le permite moverse con mayor flexibilidad en los árboles. Son principalmente activos durante la noche y el anochecer, y les gusta alimentarse de pequeños mamíferos, aves, insectos y bayas. Las martas son animales muy territoriales y marcan sus huellas con heces, un comportamiento que no solo mantiene el territorio sino que también ayuda a la comunicación entre grupos.
“Se ha observado que el regreso de las martas europeas reduce significativamente el número de ardillas grises invasoras, lo que favorece la recuperación de las ardillas rojas locales”.
En recintos cerrados, las martas europeas pueden vivir hasta 18 años, pero en la naturaleza su esperanza de vida máxima es de sólo unos 11 años. Suelen alcanzar la madurez sexual a la edad de 2 a 3 años, y su época reproductiva se concentra generalmente en julio y agosto de cada año. Las hembras de marta suelen dar a luz en marzo o abril del año siguiente, y la tasa de natalidad varía entre 1 y 5 cachorros. Los cachorros pesan sólo unos 30 gramos después del nacimiento.
La actividad humana es la mayor amenaza para la marta europea. Debido a la pérdida de hábitat y a la tendencia humana a no cazar, el número de estos animales ha disminuido significativamente en algunas zonas. Esto también ha impulsado a muchas organizaciones a trabajar en la protección de la marta europea y su hábitat, y a trabajar en la protección y gestión de sus poblaciones.
La marta europea se considera un símbolo nacional en Croacia e incluso aparece en las monedas de euro croatas, lo que refleja la importancia del animal en la cultura local.
Con la mejora de la conciencia ambiental, cada vez más personas comienzan a prestar atención a esta misteriosa criatura. Si podemos proteger a estos adorables animales y permitirles vivir seguros en el futuro es una pregunta que merece una profunda reflexión por parte de cada uno de nosotros.