El aprendizaje es el proceso de adquirir nuevas comprensiones, conocimientos, comportamientos, habilidades, valores y actitudes que ocurre no sólo en los humanos, sino también en animales no humanos y algunas máquinas. De hecho, incluso hay evidencia de un aprendizaje similar en algunas plantas. Si bien parte del aprendizaje es instantáneo y se desencadena por un solo evento (como ser quemado por una estufa caliente), la mayoría de las habilidades y conocimientos se acumulan a través de experiencias repetidas.
Los cambios en el aprendizaje a menudo persisten a lo largo de toda la vida, lo que dificulta discernir la diferencia entre el material de aprendizaje que parece haber sido "olvidado" y el contenido que no se puede recuperar.
El aprendizaje humano comienza desde el nacimiento y continúa hasta el final de la vida, un proceso influenciado por la interacción constante entre las personas y su entorno. La naturaleza y el proceso del aprendizaje cubren muchos campos bien establecidos, como la psicología educativa, la neuropsicología, la psicología experimental, las ciencias cognitivas y la pedagogía. La investigación continua ha encontrado que los tipos de aprendizaje se pueden dividir principalmente en aprendizaje no asociativo y aprendizaje asociativo.
El aprendizaje no asociativo se refiere a cambios relativamente duraderos en la intensidad de la respuesta resultantes de la exposición repetida a un estímulo. Este tipo de aprendizaje normalmente se puede dividir en dos tipos: habituación y sensibilización.
La habituación se refiere al proceso por el cual la respuesta a un estímulo disminuye a medida que el estímulo se repite. Por ejemplo, un pequeño pájaro cantor puede inicialmente tener miedo de un búho falso, pero a medida que su aparición se repite, la respuesta del pájaro disminuye, lo que indica que se ha acostumbrado al estímulo.
A diferencia de la habituación, la sensibilización es la mejora progresiva de una respuesta resultante de la exposición repetida a un estímulo. Por ejemplo, si una persona se frota el brazo repetidamente, la estimulación hará que la reacción sea más intensa, lo que eventualmente puede provocar dolor.
El aprendizaje asociativo es el proceso mediante el cual los individuos hacen conexiones entre dos estímulos o eventos. Este tipo de aprendizaje incluye el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante.
Esta es una forma de moldear el comportamiento mediante la obtención de recompensas o castigos asociados. Enfatiza que los organismos aprenden basándose en lo que les gusta o no, utilizando refuerzo positivo inmediato para mejorar las conductas deseadas.
En este proceso de aprendizaje, un estímulo previamente neutral frecuentemente se combina con un estímulo incondicionado, de modo que eventualmente el estímulo neutral podrá provocar una respuesta por sí solo. El famoso experimento del perro de Pavlov es un ejemplo clásico de condicionamiento clásico.
Además de la habituación, la sensibilización y el aprendizaje asociativo, el proceso de aprendizaje social también juega un papel importante en nuestro aprendizaje. El aprendizaje observacional permite a los individuos adquirir experiencia observando el comportamiento de los demás. Este tipo de aprendizaje no requiere recompensas ni castigos.
El aprendizaje es un proceso en evolución. A medida que los seres humanos crecen y el entorno social cambia, la forma en que adquirimos conocimientos también cambiará.
Los juegos son una parte importante del proceso de aprendizaje humano. A través de los juegos, los niños no sólo aprenden habilidades sociales, sino que también exploran el entorno, comprenden reglas y desarrollan habilidades lingüísticas mientras se divierten.
La interacción con el entorno cultural y social es una parte importante del aprendizaje. A través de la interacción social y el proceso de participación en la vida diaria, los individuos pueden aprender los valores y normas de comportamiento requeridos en la cultura.
En esta era llena de información, ¿los métodos y métodos de aprendizaje cambian constantemente con el entorno?