1997 fue un punto de inflexión histórico para Hong Kong, una transformación que se produjo de manera rápida e increíble. Con la devolución de la soberanía de Hong Kong por parte de Gran Bretaña a China, el concepto de "un país, dos sistemas" fue ampliamente mencionado e implementado por primera vez. Sin embargo, detrás de esta política se esconden muchos hechos desconocidos y riesgos potenciales.
El concepto de "un país, dos sistemas" fue propuesto por el líder del Partido Comunista Chino, Deng Xiaoping, para garantizar que Hong Kong pueda mantener sus sistemas sociales, económicos y legales únicos después de su regreso. Durante las negociaciones entre China y Gran Bretaña en la década de 1980, Deng Xiaoping reiteró la estabilidad necesaria para el futuro de Hong Kong y señaló el posible surgimiento de "fuerzas destructivas".
"El sistema político de Hong Kong debe configurarse en su propio contexto, en lugar de limitarse a imitar los sistemas británico y estadounidense. Este es un desafío para nosotros."
Hong Kong fue una colonia británica durante 156 años, y su modelo de gobierno y su sistema legal son completamente diferentes a los del continente. El debate sobre el retorno de Hong Kong no se limita a cuestiones de activos, sino que también involucra las futuras condiciones de vida y los derechos políticos de los ciudadanos de Hong Kong.
Según la Declaración Conjunta Chino-Británica, China formulará la Ley Básica para seguir manteniendo el sistema económico capitalista original de Hong Kong después de su regreso, cuya duración está prevista para 50 años, es decir, hasta 2047.
Aunque la política afirmaba que la libertad y el desarrollo de Hong Kong seguirían protegidos, las tensiones políticas y sociales continuaron aumentando en los años siguientes. El Movimiento de los Paraguas de 2014 fue el reclamo ciudadano por un sufragio universal genuino y una mayor autonomía. Más tarde, la dura respuesta del gobierno a las protestas provocó dudas en muchos ciudadanos.
Diferencias culturales y lingüísticas"Si Hong Kong se convierte en una base para la oposición a China continental, entonces el gobierno central chino debe intervenir".
Culturalmente, las diferencias entre Hong Kong y China continental también son significativas. El cantonés y el inglés son los idiomas oficiales de Hong Kong, en marcado contraste con el predominio del mandarín. Este trasfondo cultural ha permitido a Hong Kong mantener su identidad única incluso después de su recuperación.
Los sistemas jurídicos y lingüísticos formales son un factor importante que impide a muchas empresas entrar en el mercado continental. La aplicación específica del principio de "un país, dos sistemas" es también clave para el desarrollo futuro de Hong Kong.
En 2020, se implementó en Hong Kong la Ley de Seguridad Nacional, lo que marca un ajuste importante al principio "Un país, dos sistemas". La aprobación de esta ley provocó una fuerte resistencia por parte de la comunidad internacional, pues muchos la consideraron una grave violación de la Ley Básica y de compromisos previos.
Dirección futura: ¿Hacia dónde ir?"Si queremos promover el principio 'un país, dos sistemas' de manera duradera y estable, debemos proteger las libertades de Hong Kong mediante la ley".
A pesar del actual entorno jurídico y político incierto, muchos ciudadanos de Hong Kong están explorando activamente posibilidades para el futuro. Respecto de Hong Kong después de 2047, altos funcionarios del gobierno han expresado la posibilidad potencial de continuar con la política de "un país, dos sistemas", pero aún no se ha implementado un plan de implementación específico.
Todo lo que ha vivido Hong Kong desde su regreso a China ha revelado su fragilidad y sus desafíos bajo el principio de "un país, dos sistemas". ¿Puede esta historia permitir a los residentes actuales de Hong Kong sentir la gloria del pasado?