Con el avance continuo de la tecnología médica, la terapia de hipertermia ha ganado gradualmente atención como método de tratamiento auxiliar del cáncer. El principio básico de esta terapia es combatir las células cancerosas elevando la temperatura corporal. Dependiendo de la situación, la hipertermia puede administrarse de forma local, regional o sistémica y a menudo se combina con radioterapia o quimioterapia para mejorar el efecto terapéutico. Pero ¿cómo mata la alta temperatura las células cancerosas? ¿Qué mecanismos biológicos están detrás de esto?
Se cree que la terapia de calor es un tratamiento que puede aumentar el flujo sanguíneo y potenciar el suministro de medicamentos y oxígeno, mejorando así sus efectos anticancerígenos.¿Qué es la hipertermia?
La hipertermia es una técnica médica que expone los tejidos internos a temperaturas superiores a la temperatura corporal normal, normalmente entre 40 °C y 45 °C. El objetivo de la hipertermia es hacer que las células sean más sensibles a otros tratamientos contra el cáncer, especialmente cuando se combina con radioterapia o quimioterapia para mejorar su eficacia. Dependiendo del lugar de aplicación y del objetivo, la hipertermia se puede dividir en tres tipos principales: hipertermia local, hipertermia regional e hipertermia de cuerpo entero.
Tipos de hipertermia y sus aplicacionesLa hipertermia local se utiliza para tratar cánceres que están cerca de la piel o aberturas naturales del cuerpo, utilizando técnicas como microondas, radiofrecuencia, ultrasonido o hipertermia de flujo magnético para calentar una pequeña área del tumor. El objetivo es matar eficazmente las células tumorales sin dañar el tejido sano circundante.
La hipertermia regional se dirige a órganos o extremidades enteras, generalmente para debilitar las células cancerosas para que otros tratamientos puedan eliminarlas más fácilmente. La hipertermia de cuerpo entero se utiliza para tratar el cáncer metastásico y tiene como objetivo elevar la temperatura corporal general para resistir la propagación de las células cancerosas.
Los estudios han demostrado que la hipertermia puede lograr efectos terapéuticos al dañar las células cancerosas y aumentar su sensibilidad a la radiación y a los medicamentos de quimioterapia. Cuando la temperatura aumenta a entre 40 °C y 42 °C (104 °F y 108 °F), puede dañar directamente las células cancerosas y al mismo tiempo ayudar a mejorar la administración de medicamentos y el suministro de oxígeno.
Las células cancerosas tienen una tolerancia relativamente baja al calor porque sobreviven en un microambiente hostil, lo que hace que la hipertermia sea un método eficaz contra el cáncer.
Aunque la terapia de hipertermia tiene beneficios potenciales para el tratamiento del cáncer, su seguridad debe considerarse cuidadosamente. Las altas temperaturas aplicadas externamente pueden provocar quemaduras superficiales u otros daños en los tejidos. Por lo tanto, la temperatura y el tiempo deben controlarse estrictamente durante el tratamiento para evitar dañar el tejido sano.
Con el desarrollo de la tecnología médica, el alcance de aplicación de la terapia de hipertermia continuará expandiéndose y podrá combinarse con la terapia genética para mejorar aún más el efecto del tratamiento. Aunque todavía existen algunos desafíos en la popularización y aplicación de la terapia de hipertermia, los investigadores están trabajando arduamente para superar estas dificultades con la esperanza de brindar esperanza a más pacientes con cáncer en el futuro.
El misterio de la terapia de hipertermia es fascinante. ¿Puede convertirse en una nueva arma en la lucha contra el cáncer si se combina con otros métodos de tratamiento?