En el cambiante entorno tecnológico actual, el diseño modular está ganando cada vez más atención. El concepto de diseño es dividir un sistema en una serie de partes más pequeñas llamadas módulos (como un carro de proceso modular), que pueden crearse, modificarse, reemplazarse o combinarse independientemente con otros módulos. Las características del diseño modular son la división funcional y el uso de interfaces modulares claras y estándares industriales para garantizar la compatibilidad entre diferentes módulos.
El diseño de sistemas modulares no se trata sólo de dividir el sistema en componentes, sino que también permite ajustes flexibles en múltiples dimensiones, como funcionalidad, costo u operación.
La clave del diseño modular es proporcionar escalabilidad y reutilización. Estos diseños generalmente se centran en limitar la vida útil del diseño y demostrar su flexibilidad en al menos tres dimensiones: funcionalidad, costo y operación. Desde la perspectiva de las aplicaciones prácticas, algunas plataformas de productos (como las plataformas automotrices o las interfaces USB) son ejemplos de diseño modular. Pueden mejorar la funcionalidad del sistema general modificando diferentes módulos.
Sin embargo, el diseño modular ofrece muchas ventajas, como menores costos, mejor interoperabilidad, menor tiempo de aprendizaje, diseño flexible y la capacidad de simplemente conectar nuevos módulos sin reemplazar todo el sistema. La actualización la realiza un equipo, pero Hay desafíos.
La complejidad del diseño y los conocimientos previos de los diseñadores e ingenieros son limitaciones importantes para los sistemas modulares, que requieren la participación de expertos en diseño y en estrategia de productos.
En la industria automotriz, el diseño modular permite actualizar ciertos componentes sin afectar a otros componentes. Por ejemplo, muchos modelos de coches ofrecen una versión básica y los clientes pueden optar por adquirir un motor más potente o un equipo de audio más avanzado. Este diseño no solo resulta cómodo para los consumidores, sino que también genera beneficios para los fabricantes.
En diseño arquitectónico, un edificio modular suele estar compuesto de módulos genéricos que se fabrican en una fábrica y se ensamblan en el lugar. Este diseño permite ampliar el edificio a medida que aumentan las necesidades y también puede reconfigurarse sin afectar la estructura general. Por ejemplo, a un edificio de oficinas se le podrían agregar o mover paredes interiores según sea necesario, o incluso convertirlo en espacio comercial.En el hardware de las computadoras, el diseño modular se refleja en varios componentes reemplazables, como chasis, fuentes de alimentación, procesadores y tarjetas gráficas. Este diseño permite a los usuarios actualizar fácilmente sus dispositivos sin tener que reemplazar toda la computadora.
No sólo eso, el diseño modular también ha entrado en el campo de los teléfonos inteligentes, como el Proyecto Ara, que permite a los usuarios elegir y reemplazar diferentes componentes de los teléfonos inteligentes.
A medida que el diseño modular se vuelve más frecuente en el mercado, aumentan las oportunidades de crear ventajas competitivas significativas a través de este enfoque. ¿Significa esto que la mayoría de los diseños avanzarán hacia la modularidad en el futuro?