El ciclo de Calvin, a menudo llamado "reacción oscura", en realidad no tiene nada que ver con la oscuridad, sino que ocurre en presencia de luz y depende de los productos energéticos del proceso de fotosíntesis. Esta compleja serie de reacciones químicas convierte el dióxido de carbono y los compuestos que transportan hidrógeno en glucosa utilizable por las plantas, principalmente en el estroma del cloroplasto de las células vegetales.
Aunque el nombre contiene "oscuro", las reacciones del ciclo de Calvin en realidad requieren productos dependientes de la luz como ATP y NADPH.
¿Cómo funciona el ciclo de Calvin? Se divide en tres etapas principales: carbonatación, reacción de reducción y regeneración de ribulosa-1,5-bifosfato (RuBP). Durante este proceso, el dióxido de carbono se combina con el RuBP de cinco carbonos para formar un compuesto estable de tres carbonos. En esta reacción, la enzima RuBisCO juega un papel vital y la eficiencia de su reacción catalítica afecta directamente el progreso de todo el ciclo.
El primer paso en el ciclo de Calvin es que la enzima RuBisCO cataliza la combinación de RuBP con dióxido de carbono, y el subsiguiente compuesto inestable de seis carbonos se descompone rápidamente en dos compuestos de tres carbonos.
Durante este proceso, el ATP y el NADPH sirven como proveedores de energía y agentes reductores, convirtiendo compuestos de tres carbonos en azúcares más complejos. Aunque los productos finales de la reacción son principalmente compuestos de fosfato de azúcar de tres carbonos, esto no significa que no puedan convertirse en azúcares de seis carbonos. Estos productos de tres carbonos se pueden utilizar para sintetizar carbohidratos más grandes, como sacarosa y almidón.
El funcionamiento del ciclo de Calvin no sólo depende de la luz, sino que también se ve afectado por otras vías metabólicas dentro de la planta, como el proceso de fotorrespiración, en el que RuBisCO también puede utilizar oxígeno como sustrato, produciendo subproductos desfavorables. lo cual es aún más severo en ambientes de alta temperatura.
La pérdida de dióxido de carbono en las plantas causada por el proceso de fotorrespiración hace que las plantas que han desarrollado específicamente vías fotosintéticas C4 y CAM sean más competitivas en ambientes de alta temperatura.
¿Cómo se explica esta apariencia competitiva? Tanto las plantas C4 como las plantas CAM utilizan diferentes estrategias para capturar dióxido de carbono para reducir los efectos de la fotorrespiración. Por ejemplo, las plantas C4 fijan dióxido de carbono en diferentes células para que aún puedan realizar la fotosíntesis de manera eficiente en ambientes con altas temperaturas y bajos niveles de dióxido de carbono.
El ciclo de Calvin generalmente se combina estrechamente con reacciones dependientes de la luz que ocurren en la membrana tilacoide de los cloroplastos. El ATP y el NADPH producidos por estas reacciones se utilizarán en reacciones posteriores del ciclo de Calvin. Sin estas reacciones dependientes de la luz, el ciclo de Calvin no sería posible.
Entonces, a pesar de la "reacción oscura" en el nombre, en realidad es un proceso crucial para la fotosíntesis. Muchas plantas utilizan la energía almacenada en el almidón para mantenerse vivas durante la noche, pero esto no significa que el ciclo de Calvin y sus procesos se produzcan en la oscuridad. En cambio, la reacción se ve obstaculizada en gran medida por la falta de luz.
Varias enzimas en este proceso se activan en presencia de luz y se desactivan a medida que la luz se vuelve más oscura, revelando la relación inseparable entre la luz y estas reacciones bioquímicas.
El descubrimiento del ciclo de Calvin, introducido por primera vez por Melvin Calvin y sus colegas ya en 1950, fue un avance que avanzó en nuestra comprensión de la fotosíntesis. Este descubrimiento no sólo abrió el estudio de la fotosíntesis de las plantas, sino que también tuvo un profundo impacto en otros campos de la biología, mostrando la complejidad del funcionamiento de los sistemas vivos.
Con el avance de la ciencia y la tecnología, nuestra comprensión del ciclo de Calvin continúa profundizándose, y este proceso demuestra una vez más la relación entrelazada entre varios procesos de vida en la naturaleza. Entonces, ¿cómo dependen las plantas de estas respuestas para adaptarse a los cambios en su entorno mientras enfrentamos el desafío del cambio climático?