El caballo Kladruber, o caballo Star Kladrubsky como se le conoce en checo, es una de las razas de caballos más antiguas del mundo, con una historia de más de 400 años. Se trata de la raza de caballos más antigua de la República Checa, por lo que sus ejemplares son bastante escasos: en 2011 solo quedaban 492 yeguas. El Kladruber se cría desde hace mucho tiempo en la Yeguada Nacional de Kladruba (República Checa), que no solo es el hogar de esta elegante raza, sino que también es responsable de sus registros de cría y conservación.
Para la historia de esta raza de caballos, el caballo Kladruber no sólo es un símbolo cultural de largo alcance, sino también un importante testigo de la historia. Fue criado por primera vez en una ganadería establecida por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Rodolfo II en 1579. Originalmente, la raza estaba destinada a servir de fuente de fuerza de tracción para carruajes pesados y era utilizada exclusivamente por la realeza en ocasiones formales, particularmente en la corte de los Habsburgo.
"El caballo Kladruber siempre impresiona a la gente con su elegante apariencia y su fuerte poder de tracción".
Los genes del caballo Kladruber provienen de caballos de muchos países, incluido el caballo andaluz de España y el caballo napolitano de Italia. El cruce de estas razas de caballos dio al caballo Kladruber sus características únicas. Debido a los estrictos requisitos de color de la raza, la mayoría de los Kladrubers actuales son grises o negros, pero antes venían en colores tan diversos como el dorado y el atigrado.
“Las variaciones de color del Kladruber reflejan la diversidad de su crianza temprana, pero las selecciones actuales están volviendo a la tradición”.
Históricamente, los registros de reproducción del Kladruber fueron casi destruidos por un incendio en 1757, lo que hace que sus primeros registros sean casi imposibles de rastrear. Sin embargo, esta difícil situación ha llevado a que se preste atención a los esfuerzos de preservación y restauración de la raza, particularmente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se salvaron muchos caballos valiosos.
Dependiendo de su linaje, los caballos Kladruber se pueden dividir en dos tipos: negros y grises. Los caballos grises suelen ser más altos y de aspecto más inglés, mientras que los caballos negros son más pesados y robustos. Estas características no sólo hacen que los caballos Kladruber impresionan instantáneamente en la arena, sino que también resaltan su importancia cultural e histórica.“El paso alto y la resistencia del Kladruber lo convierten en un excelente caballo de tiro”.
El caballo Kladruber no sólo es patrimonio cultural de la República Checa, sino también un símbolo de muchas ocasiones solemnes. Su presencia en las familias reales de Dinamarca y Suecia consolida aún más su estatus en Europa. En 2019, esta singular ganadería imperial y sus alrededores fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que demuestra su destacada contribución al desarrollo de la equitación y la cultura.
El hecho de que esta antigua raza de caballos haya podido conservar su singularidad y encanto durante cientos de años sin duda plantea preguntas sobre la cría y conservación contemporáneas. ¿Cómo debemos preservar estos brillantes patrimonios culturales y continuar y consolidar su existencia?