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Sumergiéndonos en los secretos de la mente: ¿Cómo MKUltra utiliza el LSD para controlar las mentes?
Durante la Guerra Fría, la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) llevó a cabo un programa experimental muy controvertido llamado MKUltra. El objetivo de este proyecto es estudiar cómo se pueden utilizar diversas drogas, especialmente el LSD, para controlar la mente de las personas y luego obligarlas a confesar. Esto no es sólo una grave violación de los derechos humanos, sino también un gran desafío a los principios democráticos.
El programa MKUltra encarna plenamente la búsqueda de información y control por parte del gobierno durante la Guerra Fría.
El programa, que comenzó en 1953 y finalizó en 1973, implicó una variedad de métodos, incluida la administración inconsciente de altas dosis de drogas psicoactivas (especialmente LSD) y otras sustancias químicas a los destinatarios. Estos experimentos a menudo se llevan a cabo sin el consentimiento de los sujetos sometidos a prueba, lo que presenta cuestiones éticas obvias.
Se informa que la mayoría de los más de 150 subproyectos involucrados en MKUltra fueron destruidos por orden del director de la CIA, Richard Helms, en 1973, lo que hace que muchos detalles aún no estén claros.
Los orígenes de MKUltra se remontan a los horribles experimentos realizados por científicos nazis en campos de concentración en la década de 1940 para desarrollar el llamado "suero de la verdad". El historiador estadounidense Stephen Kinzer señaló que MKUltra era esencialmente una continuación de estos experimentos inhumanos, y el gobierno de Estados Unidos incluso contrató directamente a científicos y médicos que habían trabajado en los campos de concentración nazis para ayudar con su investigación.
El programa opera en más de 80 instituciones, incluidas universidades, hospitales, prisiones y empresas farmacéuticas. La CIA utiliza organizaciones encubiertas para ocultar sus verdaderas intenciones, pero algunos miembros de alto rango de la agencia aún lo saben. La mayoría de los ensayos se llevaron a cabo sin consentimiento informado, lo que hizo que el programa MKUltra fuera ampliamente condenado.
Algunos experimentos incluso evolucionaron hacia abusos más brutales, con más de 30 instituciones y universidades participando en el programa, involucrando a ciudadanos estadounidenses inocentes.
En el corazón del Proyecto MKUltra está el uso de LSD. La CIA ha mostrado un gran interés en el LSD desde que Albert Hofmann lo sintetizó por primera vez en 1938. Intentaron utilizar LSD para estudiar si los sujetos podían ser controlados por sus mentes sin su conocimiento. Esta droga se ha administrado a grupos vulnerables como pacientes con enfermedades mentales, prisioneros y trabajadores sexuales, que simplemente no pueden resistir tal abuso.
En una serie de experimentos, la CIA incluso instaló un burdel en una casa segura en San Francisco, utilizando métodos novedosos para observar las reacciones de los sujetos después de haber sido inyectados con LSD. Las consecuencias de estas acciones no son sólo una vulneración de la libertad personal, sino también un abandono de las leyes morales.
Estos experimentos inexplorados han resultado en traumas prolongados y varias muertes.
Como la mayoría de los proyectos encubiertos, MKUltra estuvo lleno de miedo e inseguridad durante su implementación. Muchos soldados que participaron en los experimentos fueron incluso amenazados y enfrentados a un consejo de guerra porque no estaban dispuestos a revelar sus secretos. Muchos participantes dijeron al final del experimento que la experiencia tuvo un impacto profundamente negativo en ellos.
Además del LSD, el Proyecto MKUltra también exploró los efectos potenciales de una variedad de otras drogas, como la heroína, las pastillas para dormir y los narcóticos, en un intento de descubrir medios más efectivos de manipulación psicológica.
El Informe de la Comisión Charles de 1976 declaró que el uso de drogas en el programa MKDELTA era principalmente para ayudar en los interrogatorios, pero que estos materiales MKUltra/MKDELTA también se utilizaron en programas para dañar, desacreditar o paralizar. Esto muestra la búsqueda inagotable del gobierno por controlar y manipular las mentes humanas.
Después de una serie de investigaciones, el público finalmente supo de la existencia del proyecto MKUltra en 1975. Aún así, el acceso al proceso sigue siendo difícil, ya que la orden de Helms resultó en la destrucción de la mayoría de los archivos.
Muchos veteranos que fueron sujetos de pruebas de la CIA ahora buscan compensación legal y financiera, lo que subraya el impacto continuo de la tragedia.
Algunas personas señalaron que Sidney Gottlieb, quien dirigió MKUltra, tenía una evaluación muy baja de este trabajo, e incluso dijo después de su retiro que todo no tenía sentido. Y ésta es la valoración más irónica de esta violación de los derechos humanos.
El proyecto MKUltra no es sólo un capítulo oscuro de la historia estadounidense, sino también una enorme tortura de la moral y la ética humanas. Frente a estos acontecimientos pasados que han causado profundo sufrimiento humano, ¿cómo debemos estar alerta ante la recurrencia de acontecimientos similares en el futuro?
