Con la creciente demanda de eficiencia energética en el diseño de edificios modernos, los materiales de cambio de fase (PCM) están surgiendo como una de las soluciones. El PCM es un material que puede liberar o absorber energía durante el cambio de fase, propiedad que le confiere un gran potencial para la regulación de la temperatura en los edificios. Con el enfoque global en la reducción de las emisiones de carbono y la mejora de la eficiencia energética, el PCM se está convirtiendo sin duda en la nueva arma secreta en la industria de la construcción.
Los PCM pueden transformarse entre sólidos y líquidos, almacenando y liberando grandes cantidades de calor latente, lo que los hace eficaces para regular ambientes interiores. Esta tecnología es especialmente importante en los edificios respetuosos con el medio ambiente.Los materiales de cambio de fase funcionan absorbiendo o liberando calor cuando su temperatura alcanza la temperatura de cambio de fase (PCT). Este proceso puede reducir o aumentar eficazmente la temperatura interior de los edificios, mejorando así la comodidad y proporcionando una refrigeración eficaz, especialmente durante los días calurosos de verano. Según el informe, los PCM tienen una densidad de almacenamiento de energía 20 veces mayor que los materiales de construcción tradicionales, lo que los convierte en una opción extremadamente atractiva.
Según los materiales utilizados, el PCM se puede dividir en dos categorías: orgánico e inorgánico. Los materiales de cambio de fase orgánicos se derivan principalmente de compuestos basados en carbono, como el petróleo o las plantas, mientras que los materiales de cambio de fase inorgánicos suelen ser hidratos de sal. Ambos tipos de materiales tienen sus propias ventajas y desventajas.
Las ventajas de los materiales orgánicos son su estabilidad química y su no reactividad, pero su baja conductividad térmica requiere otros métodos para mejorar la eficiencia de la transferencia de calor.
Los materiales inorgánicos son conocidos por su alta capacidad térmica y bajo costo, pero puede haber problemas con la pérdida de calor latente causada por una fusión desigual durante el cambio de fase.
Además, el PCM no se limita a su uso en edificios nuevos, sino que también se puede aplicar a la renovación de estructuras antiguas. Especialmente en regiones con veranos cálidos como América del Norte, Asia y el sur de Europa, este material puede ayudar eficazmente a equilibrar la contradicción entre la oferta y la demanda de energía.
Para seleccionar un material de cambio de fase adecuado, se deben considerar múltiples factores, incluidas sus propiedades termodinámicas y su viabilidad económica. Para muchas aplicaciones de construcción, el material debe tener un alto calor latente, buena conductividad térmica y estabilidad al cambio de fase.
Por ejemplo, el material de cambio de fase seleccionado debe tener un calor latente alto en un punto de fusión dentro del rango de temperatura de operación requerido, y la capacidad térmica, la densidad y la conductividad térmica deben estar todas dentro de un rango determinado.
Con el avance de la tecnología, la tecnología de envasado PCM también está en constante evolución. La tecnología de microencapsulación permite que los materiales de cambio de fase se integren de manera efectiva en los materiales de construcción, de modo que los materiales puedan mantener una alta eficiencia incluso durante el funcionamiento y evitar el riesgo potencial de fugas de líquido.
Además, el uso de materiales de cambio de fase en el diseño de edificios inteligentes puede mejorar significativamente la eficiencia energética y crear un nuevo camino para el desarrollo sostenible.
Sin embargo, el uso de materiales de cambio de fase también requiere tener en cuenta cuestiones de seguridad y prevención de incendios. Algunos materiales de cambio de fase pueden ser inflamables, por lo que se deben seguir los códigos de construcción y seguridad pertinentes al seleccionarlos y aplicarlos para garantizar la seguridad de los residentes.
A medida que disminuya el coste de la energía renovable y aumente la conciencia ambiental, el uso de materiales de cambio de fase en los edificios será cada vez más común. No sólo pueden mejorar el entorno vital, sino que también pueden hacer contribuciones importantes para lograr el objetivo de los edificios ecológicos.
Entonces, en nuestra búsqueda de un futuro construido sustentable, ¿cómo se pueden maximizar los beneficios de los materiales de cambio de fase para abordar los desafíos que enfrenta el uso actual de la energía?