Con el rápido desarrollo de la ciencia y la tecnología modernas, los polímeros electroactivos (EAP), como material emergente, están cambiando nuestra comprensión tradicional de los plásticos. Este material puede cambiar significativamente de forma o tamaño cuando es estimulado por un campo eléctrico, lo que le otorga un importante potencial de aplicación en campos como la robótica y la bioingeniería. La característica más notable de los EAP es que pueden soportar enormes fuerzas y alcanzar una deformación de hasta el 380%. En comparación con los materiales piezoeléctricos cerámicos anteriores, estos datos muestran que el EAP tiene ventajas significativas en deformabilidad.
La invención de los polímeros electroactivos se remonta al siglo XIX, con los primeros experimentos realizados por Wilhelm Röntgen, quien observó que las propiedades mecánicas del caucho natural cambiaban cuando se sometía a un campo eléctrico.
Desde que se descubrieron los polímeros piezoeléctricos en 1925, la tecnología ha experimentado muchos avances. En 1969, Kawai demostró que los materiales de fluoruro de polivinilideno (PVDF) podían exhibir un gran efecto piezoeléctrico. Investigaciones posteriores condujeron al surgimiento de polímeros conductores y compuestos metálicos de polímeros iónicos (IPMC), que pueden activarse a voltajes de solo 1 a 2 voltios, significativamente más bajos que los requeridos por las tecnologías anteriores.
Esta historia técnica muestra que con el avance de la ciencia de los materiales, el alcance de aplicación de EAP ha seguido expandiéndose, entre las cuales la aplicación más llamativa es el desarrollo de músculos artificiales. Los EAP se consideran músculos artificiales no sólo por sus propiedades cinemáticas sino también por su potencial de respuesta rápida y grandes capacidades de deformación.
Los EAP son fáciles de fabricar en muchas formas diferentes, lo que los convierte en materiales muy flexibles y, por lo tanto, se utilizan ampliamente en sistemas microelectromecánicos (MEMS) para crear actuadores inteligentes.Tipos de polímeros electroactivos Los tipos de EAP generalmente se dividen en dos categorías: dieléctricos e iónicos. Los EAP dieléctricos dependen de fuerzas electrostáticas entre electrodos para su accionamiento y funcionan en un estado de partículas autosostenibles, una propiedad que los hace muy adecuados para aplicaciones robóticas.
Por el contrario, los EAP iónicos requieren cantidades mucho mayores de electricidad para mantener su posición y exhiben una buena biocompatibilidad, lo que los convierte en candidatos prometedores para su uso en dispositivos biomédicos.
Actualmente, la aplicación del EAP en brazos robóticos humanos, pantallas táctiles y otros campos se ha ido concretando poco a poco y ha demostrado un potencial sin precedentes. En el futuro, a medida que la ciencia de los materiales continúe avanzando, ¿seremos capaces de crear realmente estructuras plásticas que puedan imitar perfectamente los músculos biológicos?