A la vanguardia de la investigación científica, el oro como material ha atraído mucha atención, especialmente sus nanocúmulos. Los nanocúmulos de oro desempeñan un papel cada vez más importante en la tecnología optoelectrónica debido a su estructura y propiedades únicas. Estos nanocúmulos están compuestos por un número específico de átomos de oro y pueden existir en diferentes formas en diferentes circunstancias, incluidas moléculas individuales o partículas coloidales más grandes.
Tanto los nanocúmulos de oro desnudos como los cúmulos protegidos con ligando han demostrado un gran potencial en catálisis, optoelectrónica y biomedicina.
Estos estudios de nanocúmulos desnudos muestran que el entorno químico juega un papel crucial a la hora de influir en la estructura del cúmulo.
A medida que disminuye el tamaño de las partículas de oro, la estructura cúbica centrada en las caras del oro comienza a transformarse en una estructura icosaédrica central, como la basada en Au13. Esta transformación es muy beneficiosa para mejorar la estabilidad general. Los nanocúmulos de oro pueden considerarse compuestos de múltiples estructuras icosaédricas en las que los hexaedros están interconectados, superpuestos o rodeados. Durante este proceso, la reducción de la energía superficial permite que los nanocúmulos se formen de manera icosaédrica.
Propiedades y aplicaciones catalíticasLa formación de estas estructuras no sólo mejora la estabilidad de los primitivos, sino que también promueve su potencial para aplicaciones optoelectrónicas.
En las reacciones catalíticas, los nanocúmulos de oro muestran una buena actividad, especialmente en la oxidación de CO. Las actividades catalíticas de estos nanocúmulos de oro varían dependiendo de sus propiedades estructurales. El estudio mostró una estrecha conexión entre la estructura de los nanocúmulos de oro y sus propiedades energéticas y electrónicas, lo que los convierte en actores indispensables en diferentes aplicaciones catalíticas.
Los nanocúmulos de oro también pueden existir en forma coloidal, a menudo con una capa superficial de alquiltioles o proteínas. Esto hace posible su uso en tinción inmunohistoquímica. Estas nanopartículas metálicas exhiben fuertes propiedades de absorción en el dominio de la luz visible, lo que aumenta su utilidad en el desarrollo de dispositivos ópticos.
Las propiedades de resonancia plasmónica superficial (SPR) de las nanopartículas de oro coloidal dependen de su tamaño, forma e interacción con el medio circundante.
A medida que se estudien más la estructura y las propiedades de los nanocúmulos de oro, veremos cada vez más aplicaciones de ellos en la tecnología optoelectrónica. Estas partículas de oro ultrapequeñas no sólo optimizan el rendimiento de los materiales existentes, sino que también tienen el potencial de impulsar el desarrollo de una nueva generación de tecnologías.
Ante la rápida evolución de estas tecnologías, ¿en qué áreas de aplicación cree usted que brillarán los nanoclusters de oro en el futuro?