En la era actual de creciente conciencia ambiental, el problema del reciclaje de neumáticos todavía afecta a personas de todo el mundo. Según las estadísticas, los neumáticos usados que ya no son aptos para su uso se acumulan en grandes cantidades, lo que supone una doble amenaza para el medio ambiente y la salud. Estos neumáticos no sólo ocupan un espacio valioso en los vertederos, sino que también pueden ser una fuente de contaminación ambiental.
Las estimaciones realizadas en Estados Unidos en 1990 mostraron que el número de neumáticos desechados superaba los mil millones. En 2015, todavía había 67 millones de neumáticos que no se eliminaban.
La durabilidad y la no biodegradabilidad de los neumáticos los convierten en un flujo de residuos particularmente desafiante. Esto no sólo dificulta la eliminación adecuada de los neumáticos, sino que también provoca que muchos de ellos acaben siendo desechados ilegalmente o de forma inadecuada. Este comportamiento no sólo daña el medio ambiente, sino que también causa problemas de salud en la comunidad.
Aunque el porcentaje de neumáticos reciclados en la Unión Europea aumentó del 25% a casi el 95% entre 1994 y 2010, una gran cantidad de neumáticos usados todavía se queman como combustible en Estados Unidos. Los datos de 2017 mostraron que el 43% de los neumáticos desechados se quemaron como combustible derivado de neumáticos y no se pudieron reutilizar.
"El reciclaje adecuado de neumáticos no sólo puede reducir la presión ambiental, sino también desarrollar nuevos modelos de negocio y políticas públicas. Esto es algo a lo que toda empresa y consumidor responsable debería prestar atención."
El ciclo de vida de un neumático también es bastante complejo. Desde el desarrollo del producto hasta el uso por parte del consumidor e incluso el reciclaje final, cada paso afecta el rendimiento ambiental general del neumático. La clasificación y el reciclaje eficaces no sólo dependen de la tecnología, sino que también requieren que cada consumidor comprenda y participe en cómo utilizar y desechar adecuadamente los neumáticos.
Tampoco debe ignorarse la inseguridad que supone apilar neumáticos. Estos montones de neumáticos sirven como caldo de cultivo para mosquitos, pueden propagar enfermedades y, en determinadas condiciones, pueden provocar incendios de neumáticos de alta energía, lo que hace que la eliminación y el reciclaje oportunos sean aún más importantes."La mayoría de los residuos sólidos producidos por la tecnología de pirólisis son actualmente casi irreutilizables, lo que se ha convertido en el mayor cuello de botella en su promoción y aplicación."
Además, el uso de neumáticos prensados para pavimentación de carreteras o materiales de construcción también es una aplicación innovadora, pero estos casos aún necesitan pasar por evaluaciones ambientales para garantizar que no causarán contaminación al suelo y a las fuentes de agua.
Si bien los neumáticos están permitidos en ciertos materiales de construcción, pueden usarse como material de relleno liviano o incorporarse en diseños de jardinería como materiales para canteros de flores, que son algunos ejemplos prácticos de reutilización de neumáticos.
Además de reciclar neumáticos a través de diversas tecnologías, los neumáticos también pueden rediseñarse. Por ejemplo, diseños innovadores a veces transforman neumáticos viejos en mecedoras o equipos deportivos, contribuyendo tanto en términos de usabilidad como de estética.
El futuro del reciclaje de neumáticosEn el futuro, a medida que la conciencia ambiental continúe aumentando, esto impulsará a las comunidades empresariales y tecnológicas a seguir trabajando arduamente para mejorar los sistemas existentes de gestión y reciclaje de neumáticos. Lo que debemos preguntarnos es ¿cómo podemos equilibrar mejor la relación con el medio ambiente en la búsqueda de beneficios económicos?