La crisis financiera de 2007-2008 fue la crisis más grave que enfrentó la economía mundial desde la Gran Depresión desencadenada por el desplome de Wall Street en 1929. Las causas de la crisis fueron complejas e incluyeron préstamos predatorios a hogares de bajos ingresos y la burbuja inmobiliaria resultante, una toma excesiva de riesgos por parte de las instituciones financieras globales y una falta de regulación, que finalmente creó una tormenta perfecta que desencadenó una crisis sostenida hasta la Gran Depresión. Recesión de 2009.
El estallido de esta crisis financiera reveló la fragilidad del sistema financiero y tuvo un profundo impacto en la economía mundial.
Los primeros signos de la crisis aparecieron ya a principios de 2007, cuando el valor de los títulos respaldados por hipotecas (MBS) relacionados con el sector inmobiliario estadounidense y de varios derivados vinculados a ellos empezó a desplomarse. Los acontecimientos culminaron el 15 de septiembre de 2008, con la quiebra de Lehman Brothers, seguida de una crisis en el sistema bancario internacional.
Orígenes de la crisisEn la década de 1990, el Congreso de Estados Unidos aprobó una serie de leyes destinadas a ampliar la vivienda asequible facilitando las condiciones financieras. En 1999, se derogó parte de la Ley Glass-Steagall (vigente desde 1933), que permitía a las instituciones financieras mezclar negocios de bajo riesgo con otros de alto riesgo, aumentando aún más la fragilidad del sistema financiero. Cuando la Reserva Federal (Fed) continuó bajando las tasas de interés entre 2000 y 2003, las instituciones financieras promovieron préstamos más riesgosos para familias de bajos ingresos sin que los reguladores se dieran cuenta.
"El colapso de Lehman Brothers no fue sólo el colapso de una empresa, sino también una llamada de atención para el sistema financiero global".
A medida que las tasas de interés aumentaron entre 2004 y 2006, los costos de las hipotecas aumentaron, reduciendo la demanda de viviendas y provocando una caída de los valores de las propiedades. Las primeras señales de la crisis llegaron en 2007, cuando los prestatarios hipotecarios estadounidenses empezaron a incumplir sus préstamos y la primera ola de prestamistas de alto riesgo se derrumbó, incluido New Century Financial.
Consecuencias dolorosasA medida que se desarrollaba la crisis económica, desaparecieron aproximadamente 8,7 millones de puestos de trabajo y la tasa de desempleo se disparó del 5% en 2007 al 10% en octubre de 2009. El informe señaló que entre 2007 y 2010, el porcentaje de residentes estadounidenses que viven en la pobreza aumentó del 12,5% al 15,1%. El Promedio Industrial Dow Jones también cayó un 53% entre octubre de 2007 y marzo de 2009.
"Uno de cada cuatro hogares perdió el 75% o más de su patrimonio neto durante esta crisis".
El impacto de la crisis no se limita a Estados Unidos; la tasa de crecimiento de la economía mundial también se ha visto duramente afectada. La posterior crisis de la deuda europea y la crisis financiera islandesa estuvieron estrechamente relacionadas con ésta y provocaron múltiples shocks en la economía mundial.
Para evitar el colapso total del sistema financiero, los gobiernos de todo el mundo han lanzado una serie de operaciones de rescate a gran escala. En 2008, Estados Unidos aprobó la Ley de Estabilización Económica de Emergencia por valor de 800.000 millones de dólares, que autorizaba al Departamento del Tesoro a comprar activos en dificultades y acciones bancarias. La Reserva Federal también inició una política de flexibilización cuantitativa, comprando bonos del Tesoro y otros activos.
"Las medidas sin precedentes adoptadas por los bancos centrales de todo el mundo han garantizado la liquidez en los mercados financieros y han dado a los mercados la confianza necesaria".
Además, la aprobación de la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección del Consumidor de 2010 y la adopción de las normas de capital y liquidez de Basilea III por parte de países de todo el mundo tienen por objeto proporcionar una protección más fiable contra futuras crisis financieras. mecanismo .
La quiebra de Lehman Brothers sirvió de advertencia al mundo y muchas instituciones financieras y responsables políticos comenzaron a reflexionar sobre el modelo operativo del sistema financiero. Aunque las reformas institucionales posteriores a la crisis han logrado ciertos resultados, todavía existe una preocupación oculta de repetir los mismos errores en el futuro.
"Todo sistema financiero debe encontrar un equilibrio entre innovación y regulación para garantizar verdaderamente el funcionamiento estable de la economía".
A medida que la economía mundial se recupera, la cuestión de si podemos prevenir eficazmente que crisis financieras similares vuelvan a ocurrir en el futuro sigue siendo una cuestión que merece la profunda reflexión de todos.