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La historia detrás del auge educativo: ¿Por qué los niños surcoreanos están bajo tanta presión académica?
Corea del Sur es conocida por su alto énfasis en la educación. El sistema educativo riguroso y competitivo ha causado que muchos estudiantes sufran un tremendo estrés y ansiedad desde la infancia. En esta sociedad, la competencia para ingresar a las mejores universidades se ha intensificado, lo que hace que innumerables niños acumulen ansiedad y estrés excesivos. Como el rendimiento académico está estrechamente relacionado con el estatus social, el rendimiento académico se ha convertido en un símbolo de gloria familiar y los padres implícitamente han puesto grandes expectativas en la próxima generación.
En Corea del Sur, la educación se considera un factor clave en la movilidad social, y el rendimiento escolar afecta directamente el estatus social de la familia y el desarrollo profesional futuro.
El sistema educativo surcoreano actual considera el examen de ingreso a la universidad (suneung) como un evento importante en la vida de un estudiante. Se cree que este examen determina el futuro del estudiante. Para los estudiantes surcoreanos, el resultado de un examen no sólo afecta su carrera académica, sino que también puede afectar el rumbo de toda su vida. La moda profundamente arraigada por la educación y la búsqueda del éxito ha llevado a muchos niños a ingresar a escuelas intensivas desde una edad temprana y esforzarse por ingresar a las mejores universidades.
La vida de los niños está ocupada por el estudio y la tutoría, y las expectativas de la escuela y la familia les hacen tener que luchar en una intensa competencia.
La educación escolar es importante, pero no se puede ignorar el papel de la familia. Muchos padres tienen altas expectativas sobre el rendimiento académico de sus hijos y, a menudo, establecen metas que van más allá de sus posibilidades. El gran respeto que la sociedad tiene por la educación también ha provocado que muchos jóvenes que no han ingresado a la universidad sientan una fuerte presión social. Este sesgo social impone una discriminación adicional a quienes no asisten a la universidad, exponiéndolos a dificultades laborales y a un deterioro de su clase social.
Según las estadísticas, Corea del Sur invirtió el 5,4% de su PIB en educación en 2016, cifra muy superior al promedio de la OCDE. Estos datos reflejan la inversión a largo plazo de Corea del Sur en educación y la atmósfera de aprendizaje rigurosa entre los estudiantes. Aun así, la competencia feroz y la búsqueda excesiva de logros académicos convierten a las escuelas en un foco de ansiedad, lo que provoca aún más frustración entre los estudiantes que no se desempeñan tan bien como se esperaba.
Muchos padres y estudiantes creen que ingresar a una escuela prestigiosa abre la puerta al éxito en la vida. Este concepto está profundamente arraigado en toda la sociedad.
Además de la presión académica, el entorno educativo general en Corea del Sur ha tenido un gran impacto en la salud mental de los estudiantes. Los datos muestran que Corea del Sur tiene una alta tasa de suicidio entre los adolescentes, en parte debido a la presión académica y la competencia por los puestos de trabajo. Los niños a menudo se sienten solos e impotentes en el proceso de lograr logros académicos. Muchos incluso creen que los logros y esfuerzos que los rodean son el único criterio para juzgar su propio valor.
Corea del Sur tiene una de las tasas de logros educativos más altas del mundo, pero han surgido críticas al sistema educativo. Muchos expertos creen que este entorno altamente competitivo no favorece el cultivo de la creatividad y el desarrollo de la personalidad.
Para evitar este desarrollo desigual, algunos expertos han pedido reformar el sistema educativo actual y abogar por una educación diversificada que incluya el arte y la innovación para promover el desarrollo integral de los estudiantes para que no sean considerados simplemente máquinas de examen.
Necesitamos repensar nuestras expectativas sobre la educación y cómo construir un entorno de aprendizaje más saludable para reducir la ansiedad y el estrés de los niños.
La conclusión inevitablemente plantea los problemas del sistema educativo actual y, a través de la discusión del auge educativo en Corea del Sur, describe la contradicción entre las expectativas sociales actuales y las condiciones reales. Dado que todos los sectores de la sociedad conceden gran importancia al contenido educativo, ¿cómo deberían llevarse a cabo las futuras reformas educativas para satisfacer mejor las necesidades de las familias y la sociedad?
