La sorprendente historia de la aviación: ¿Cómo surgió el primer avión presurizado?

El desarrollo de los viajes aéreos nos ha permitido cruzar rápidamente fronteras y continentes. El sistema de presurización de la aeronave juega un papel clave en la creación de seguridad y comodidad en un entorno de vuelo a gran altitud. Una cabina presurizada evita problemas fisiológicos causados ​​por la baja presión del aire externo al inyectar aire tratado en la cabina del avión.

En las décadas de 1920 y 1930 se empezaron a desarrollar experimentalmente sistemas presurizados. El primer avión comercial con cabina presurizada entró en servicio en la década de 1940, y el de Havilland Comet en la década de 1950 marcó el uso generalizado de la tecnología. Sin embargo, en 1954 ocurrieron dos fallos catastróficos en los aviones Messiah, lo que obligó a dejar en tierra el avión en todo el mundo. Las investigaciones sobre estos incidentes descubrieron que la causa principal de los problemas era la fatiga del metal y la tensión superficial causada por la presurización. Esta serie de crisis impulsó a los ingenieros aeronáuticos a realizar pruebas a gran escala, que finalmente condujeron a una nueva generación de aviones a reacción mucho más seguros.

La necesidad de una cabina presurizada se vuelve cada vez más importante por encima de los 10.000 pies, ya que la baja presión del aire representa una amenaza fisiológica sustancial para la tripulación y los pasajeros.

Cuando un avión vuela por encima de los 15.000 pies (4.572 metros), los pasajeros deben usar máscaras de oxígeno para evitar problemas causados ​​por la falta de oxígeno. En los aviones comerciales, la presión de la cabina se mantiene por debajo de los 8.000 pies (2.438 metros) para evitar el mal de altura y otras molestias físicas.

Curiosamente, un avión supersónico como el Concorde tuvo que tener en cuenta sus necesidades especiales de presurización, ya que podía alcanzar una altitud de vuelo de 60.000 pies (18.288 metros), lo que también requirió reforzar aún más el diseño del fuselaje.

En 1988, el accidente del vuelo 243 de Aloha Airlines fue causado por un uso del avión cuando no debía ser operado, lo que ocasionó una ruptura en la cabina y puso en peligro a los pasajeros.

Para mejorar la comodidad de los pasajeros, varios aviones comerciales modernos, como el Boeing 787 Dreamliner y el Airbus A350 XWB, han comenzado a centrarse en reducir la altitud normal de operación dentro de la cabina, así como en aumentar los niveles de humedad, lo que se ha logrado mediante el uso de diseños de fuselaje compuesto. lograr.

La necesidad de una cabina presurizada

A altitudes de 10.000 pies o más, los pasajeros pueden correr el riesgo de sufrir una variedad de problemas fisiológicos, por eso se diseñaron cabinas presurizadas. En los aviones privados en Estados Unidos, los miembros de la tripulación deben utilizar máscaras de oxígeno cuando la altitud de la cabina supera los 12.500 pies (3.810 metros) durante más de 30 minutos.

El riesgo de hipoxia y mal de altura aumenta con la altitud. Estos problemas fisiológicos pueden provocar lentitud en el pensamiento, visión borrosa e incluso pérdida de conciencia durante el vuelo. Estos problemas se pueden aliviar con oxígeno suplementario, como por ejemplo usando una máscara de oxígeno o una cánula nasal.

En un avión como el Boeing 767, cuando vuela a 37.000 pies, la altitud de la cabina normalmente se mantiene en unos 7.000 pies para proporcionar a los pasajeros un entorno de vuelo confortable.

Evolución de la tecnología de presurización de cabina

Uno de los primeros sistemas presurizados fue el Packard-Le Père LUSAC-11, que debutó en 1920, y aunque la tecnología era imperfecta en ese momento, sentó las bases para el diseño de aeronaves posteriores. Sin embargo, no fue hasta 1938 que el Boeing 307 Stratoliner entró en servicio comercial, marcando una nueva era para los aviones presurizados.

A medida que aumenta la demanda de aviones presurizados, las principales aerolíneas han comenzado a aumentar su inversión en esta tecnología. Especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, con el avance de la tecnología de la aviación, la mejora del sistema de presurización ha hecho que volar sea más seguro y conveniente.

Perspectivas de futuro

Con una mayor innovación en la tecnología de la aviación, los futuros sistemas de presurización de aeronaves pueden volverse más inteligentes y respetuosos con el medio ambiente, especialmente para responder a las necesidades fisiológicas durante el vuelo a gran altitud, proporcionando mayor comodidad y protección de la salud. Con el avance del diseño y la tecnología de los materiales, los vuelos del futuro traerán experiencias sin precedentes, lo que hace que la gente se pregunte: con el avance de la tecnología de la aviación, ¿qué sorpresas traerá el salto futuro?

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