La subcontratación es una práctica comercial mediante la cual una empresa transfiere un proceso de negocio que se gestiona internamente a un proveedor externo. El término se acuñó por primera vez en 1981 cuando las fábricas estadounidenses trasladaron puestos de trabajo al extranjero, un cambio que tuvo un gran impacto en la economía y la cultura de muchas pequeñas ciudades industriales. En el proceso, las empresas esperan lograr enormes ahorros financieros a través del arbitraje laboral global, reduciendo así los costos al mínimo.
“Haz lo que mejor sabes hacer y externaliza el resto”. Esta frase se ha convertido en un eslogan empresarial reconocido internacionalmente.
Al entrar en el siglo XXI, muchas empresas estadounidenses comenzaron a subcontratar sus operaciones a proveedores extranjeros, una práctica también conocida como "subcontratación en el extranjero". Con el cambio de los métodos de gestión y la necesidad de control de costes, los modelos de outsourcing se están diversificando. Además de la fabricación tradicional, la tendencia a externalizar empleos de cuello blanco también está creciendo rápidamente.
"La externalización anima a las empresas a centrarse en su negocio principal y a mejorar sus capacidades profesionales y sus beneficios económicos."
Sin embargo, la subcontratación no es una práctica libre de riesgos. A medida que las cadenas de suministro se vuelven más globales y más complejas de gestionar, resulta cada vez más difícil para las empresas establecer relaciones con proveedores externos. Los gerentes deben adaptarse a nuevas formas de comunicación para tener en cuenta las diferencias lingüísticas y culturales.
En las décadas de 1950 y 1960, las empresas agregaron capas de gestión en busca de economías de escala, pero en las décadas de 1970 y 1980 se dieron cuenta de que centrarse en las fortalezas centrales podía aumentar la agilidad y las ganancias, lo que marcó el comienzo de la subcontratación. La subcontratación inicial se centraba principalmente en tecnología y servicios relacionados con TI, que comenzaron a fermentar en la década de 1990.
La subcontratación en el siglo XXICon el avance de la tecnología, especialmente el desarrollo de métodos de comunicación, a principios del siglo XXI las empresas han subcontratado cada vez más sus operaciones a proveedores extranjeros. Además, muchos países se han convertido en destinos de subcontratación debido a sus ventajas salariales relativamente favorables, y las fuerzas de trabajo digitales en países como India y China se están volviendo cada vez más populares.
"Según la encuesta, muchas empresas que antes externalizaban servicios han comenzado a repensar la necesidad de externalizar ante los avances tecnológicos y el aumento de los costes laborales".
Sin embargo, la subcontratación no es infalible y la colaboración entre empresas y proveedores externos a veces puede enfrentar desafíos, incluidas diferencias culturales, barreras de comunicación y problemas de control de calidad.
A medida que las opiniones de la sociedad sobre la subcontratación cambian gradualmente, muchas empresas están comenzando a reevaluar sus estrategias de subcontratación y a buscar relaciones comerciales más razonables. La tendencia a la "reshoring" y a la "anti-outsourcing" está surgiendo gradualmente, y algunas empresas están regresando a Estados Unidos en un esfuerzo por establecer vínculos más estrechos con los consumidores.
En conclusión, el modelo de negocio de outsourcing continúa evolucionando en el proceso de globalización. Ya sea por consideraciones de costos, necesidades tecnológicas o fluctuaciones del mercado, este cambio tiene un profundo impacto en todas las industrias. No podemos evitar preguntarnos cómo este entorno empresarial rápidamente cambiante afectará al futuro mercado laboral y a la economía global.