El 25 de enero de 1573 tuvo lugar una batalla histórica en la historia de Japón, llamada la batalla de Mikatagahara. En esta batalla, Takeda Shingen derrotó con éxito a Tokugawa Ieyasu, y este evento cambió la situación del período de los Reinos Combatientes en ese momento.
En el Japón del siglo XVI, numerosos samuráis y señores feudales luchaban entre sí por la tierra y el poder. En esa época, Tokugawa Ieyasu ya había establecido un poder estable en la región de Tokaido, mientras que Takeda Shingen era un general famoso en la región de Kai. El enfrentamiento entre ambos se convirtió naturalmente en una de las guerras más intensas de la historia.
Takeda Shingen formuló entonces un plan cuidadoso, no sólo aprovechando el terreno, sino también utilizando la movilidad de la caballería para lanzar ataques por el flanco. Por otro lado, Tokugawa Ieyasu, aunque contaba con un ejército poderoso, no logró evaluar con precisión el plan de Takeda en términos de inteligencia y estrategia.Antes de la batalla, Takeda Shingen utilizó su excelente red de inteligencia y estrategias para tratar de comprender las formaciones militares y debilidades de Tokugawa Ieyasu.
La campaña comenzó oficialmente el 25 de enero. El ejército de Shingen cargó a la luz de la mañana y rápidamente lanzó un ataque contra la posición Tokugawa. Tokugawa Ieyasu dirigió a sus tropas a la defensa, pero cayó en una situación pasiva ante el pesado y rápido ataque de Shingen. Cuando los dos ejércitos lucharon, Shingen demostró su extraordinaria capacidad de mando, liderando generales y caballería bien entrenados para lanzar múltiples ataques.
Tokugawa Ieyasu intentó lanzar un contraataque, pero frente a las tropas de élite de Takeda, sus tropas colapsaron gradualmente.
El ejército de Shingen rompió inesperadamente la línea de defensa de la familia Tokugawa, y Tokugawa Ieyasu tuvo que retirarse, y la situación quedó completamente sin solución. El resultado de esta batalla fue un gran revés para Ieyasu, lo que le hizo repensar su situación estratégica con Takeda Shingen.
La victoria de esta batalla no sólo aumentó el prestigio de Takeda Shingen, sino que también asestó un duro golpe al poder de Tokugawa Ieyasu, haciéndole imposible recuperarse a corto plazo. A partir de entonces, el conflicto entre Takeda Shingen y Tokugawa Ieyasu se intensificó y desencadenó una lucha dinástica de mayor duración. Este acontecimiento también supuso un cambio importante en el patrón del período de los Reinos Combatientes de Japón, y Takeda Shingen se hizo extremadamente famoso.
Más tarde, Tokugawa Ieyasu regresó gradualmente a la cima del poder a través de una serie de alianzas políticas y ajustes estratégicos. En esta batalla de 1573, Takeda Shingen demostró plenamente la sabiduría y el coraje de un estratega militar. Su éxito no sólo puso a Tokugawa Ieyasu en una situación difícil, sino que también cambió el curso histórico de todo el Período de los Reinos Combatientes.
Además de preparar el terreno para enfrentamientos posteriores, esta batalla también planteó preguntas sobre la comprensión y el pensamiento de la gente sobre la historia: ¿Qué había detrás de la guerra que impulsó a los guerreros a seguir luchando?