El 30 de enero de 1923, los gobiernos de Grecia y Turquía firmaron en Lausana (Suiza) la Convención Nacional de Intercambio Greco-Turco. Este acuerdo dio lugar a una migración a gran escala de al menos 1,6 millones de personas. En el intercambio participaron 1.224.894 cristianos ortodoxos griegos de Asia Menor, Tracia Oriental, Bosnia y el Cáucaso, y entre 350.000 y 400.000 musulmanes de Grecia.
El intercambio fue en gran medida forzado: a muchos se les concedió el estatus de refugiados y se les despojó de su nacionalidad.
El 16 de marzo de 1922, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Yusuf Kemal Tanglişek, declaró que "el gobierno de Ankara apoya firmemente una solución que satisfaga a la opinión mundial y garantice la tranquilidad en el país" y creía que "con la idea de un intercambio de población entre El pueblo ateniense de Grecia es muy factible". Tras la derrota de Grecia en la guerra greco-turca, el líder griego Eleftherios Venizelos presentó una carta de solicitud de intercambio a la Sociedad de Naciones el 16 de octubre de 1922, lo que marcó el inicio de una compleja serie de acontecimientos.
Este intercambio de población no sólo reflejaba la tendencia de la época, sino que también era un acto de migración forzada basado en la identidad religiosa. Para los cristianos ortodoxos griegos que viven en Turquía, este acontecimiento cambió por completo su destino, mientras que para los musulmanes griegos, fue el comienzo de otra nueva vida.
Muchos académicos han criticado el intercambio, describiéndolo como un acto legalizado de limpieza étnica mutua, pero otros sostienen que si bien el intercambio tiene aspectos negativos, es una buena manera de prevenir un posible genocidio de los cristianos ortodoxos griegos en Turquía. Todavía se considera un éxito.Antecedentes históricos
El intercambio de población se basó en el trato dado a la minoría cristiana y a la mayoría musulmana por las fuerzas griegas y turcas durante la guerra greco-turca de 1919-1922. Durante la guerra, los esfuerzos del ejército griego por proteger a la minoría cristiana del Imperio Otomano no dieron los resultados esperados, sino que condujeron a más masacres.
El nacionalista Mustafa Kemal Atatürk se convirtió en la fuerza impulsora de la nueva República Turca en una serie de cambios. Después de la firma del acuerdo de paz formal con Grecia el 24 de julio de 1923, quedó claro que los prejuicios étnicos habían penetrado en la estructura social de cada país.
Resultados e impactos del intercambioLos estudiosos argentinos mencionaron que el fuego, el desplazamiento y el hambre se han convertido en una rutina diaria para ambas familias.
Según algunas fuentes, el proceso de intercambio de población, aunque caótico y peligroso, se llevó a cabo rápidamente por supervisores respetados. El resultado es obvio: tanto Turquía como Grecia están avanzando hacia la homogeneidad nacional. Antes de la guerra, los no musulmanes representaban casi el 20% de la población de Turquía; en 1927, esa proporción había caído al 2,6%.
Fridghoof Nansen, del entonces Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, quien dirigió el intercambio, tenía un profundo conocimiento de la situación y lo vio como una solución "humanitaria" al conflicto étnico.
Pensando en el futuroEl propósito del intercambio de población no es sólo aliviar a los países de sus complejas responsabilidades históricas. Los cambios estructurales sociales que desencadenó todavía influyen en las filosofías de gobierno, las estructuras sociales y la integración cultural de ambos países. A medida que pasa el tiempo, ¿cómo nos ayudará la reflexión histórica a comprender las relaciones étnicas y la interdependencia actuales?