Entre las fuerzas armadas del mundo, hay un nombre que se menciona a menudo, y es el Hezbolá del Líbano. Se considera que esta facción política islámica y grupo armado dominado por chiítas tiene una fuerza militar superior a la del ejército libanés e incluso equivalente a la de un ejército de tamaño mediano. Hezbolá posee una combinación bastante completa de capacidades militares convencionales y no convencionales, formando una poderosa fuerza híbrida. Se informa que su líder, Hassan Nasrallah, afirmó una vez que tenía más de 100.000 combatientes bien entrenados, lo que la convierte en la fuerza armada no estatal más reconocida en el mundo hoy en día.
Hezbolá depende en gran medida de Irán para su presupuesto militar y apoyo logístico, lo que le permite mejorar continuamente sus capacidades militares.
Según estimaciones oficiales de Estados Unidos, en 2018 el presupuesto militar de Hezbolá alcanzó los 700 millones de dólares, una cantidad considerable si se compara con la de otros grupos armados no estatales. El principal enemigo de la organización es Israel, y su fuerza militar está compuesta principalmente por cohetes, combinados con infantería ligera y fuerzas antiblindadas para la defensa y el ataque. Se estima que el arsenal de cohetes de Hezbolá en el sur del Líbano oscila entre 40.000 y 120.000, cifra muy superior a la de las fuerzas armadas de la mayoría de los países.
Orígenes históricosAunque Hezbolá todavía muestra cierta debilidad en comparación con las Fuerzas de Defensa de Israel en la guerra tradicional hasta cierto punto, su desempeño en la guerra de guerrillas y los conflictos de pequeña escala se ha convertido en su ventaja importante.
La formación de Hezbolá está estrechamente vinculada a la guerra civil libanesa, que comenzó en 1975. La invasión del Líbano por Israel en 1982 condujo a una ruptura aún mayor del control de la OLP. Han recibido el apoyo de Irán y han crecido bajo la guía del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Las tácticas iniciales de la organización se basaron principalmente en tácticas de oleadas humanas y ataques terroristas, intentando socavar la moral de Israel. Con el tiempo, Hezbolá estableció gradualmente una estructura militar más sofisticada, comenzó a realizar ataques organizados y operaciones planificadas y gradualmente cambió su papel hacia una resistencia sostenida contra Israel.
Crecimiento y evoluciónA medida que los recursos financieros y el número de miembros de Hezbolá crecieron, sus tácticas se volvieron más sofisticadas. A finales de la década de 1980 y principios de la de 1990, Hezbolá continuó aprendiendo y adaptándose, logrando su mejor desempeño táctico en el conflicto con Israel. En ese momento, sus ataques ya no dependían únicamente de ataques suicidas, sino cada vez más de incursiones coordinadas y sofisticadas.
El profesionalismo demostrado por los soldados de Hezbolá en combate los convierte en una fuerza formidable capaz de rivalizar con el ejército israelí.
A mediados de la década de 1990 y principios de la década de 2000, las tácticas de Hezbolá avanzaron a medida que comenzaron a emplear sistemas de armas más modernos, incluidas armas antitanque y drones. En 2006, el conflicto de Hezbolá con Israel llevó su influencia en la comunidad internacional a su máximo apogeo. El grupo combinó tácticas guerrilleras tradicionales con tecnología armamentística moderna para crear un modelo de combate militar único.
Si bien Hezbolá ha demostrado fuertes capacidades militares en algunas áreas, el futuro del grupo enfrenta muchos desafíos. Externamente, la presión de Israel y Estados Unidos continúa, mientras que internamente, el entorno político interno del Líbano es complejo y el apoyo público está cambiando. Una cuestión importante que afrontará Hezbolá será si puede seguir manteniendo su fuerza militar y encontrar una forma estable de sobrevivir en la situación actual.
A medida que la situación mundial cambia rápidamente, ¿qué desafíos y oportunidades enfrentará Hezbolá en el futuro?