En el sistema de educación superior del Reino Unido, las universidades de Cambridge y Oxford son instituciones muy respetadas, pero las condiciones financieras de sus colegios son sorprendentes. A medida que disminuye la financiación pública y aumenta la necesidad de capital privado, los activos de algunas universidades en realidad superan la riqueza de toda la universidad. ¿Qué está pasando?
La singularidad de Cambridge y Oxford es que sus estructuras no son simplemente universidades en el sentido tradicional, sino que están compuestas por múltiples colegios autónomos que tienen estrechos vínculos con la universidad central desde el principio.
"Cada universidad no es sólo un dormitorio, sino un pilar importante de la educación académica".
El estatus jurídico independiente permite a la mayoría de las universidades poseer sus propios activos y administrar esos recursos libremente. Esto ha permitido que algunas universidades como Oxford tengan más recursos financieros que la universidad en su conjunto después de años de acumulación, y así ofrecer mejores recursos educativos y becas a los estudiantes.
La riqueza de estas universidades proviene principalmente de donaciones, tasas de matrícula y retornos de inversiones a largo plazo. En particular, en algunas universidades de Cambridge y Oxford, las antiguas donaciones y los rendimientos de las inversiones les han permitido acumular mayores cantidades de fondos.
"Aproximadamente dos tercios de los activos de Cambridge están concentrados en sus facultades, lo que cambia fundamentalmente la asignación de recursos dentro de la universidad".
Esta fortaleza financiera no sólo permite a la universidad integrar recursos dentro de la escuela, sino que también le permite tener mayor influencia entre los patrocinadores externos y el capital social. Cuando la universidad se fortalece, también mejora invisiblemente la competitividad general de la escuela.
Además de Cambridge y Oxford, otras universidades como la Universidad de Dunham y la Universidad de Lancaster también adoptan un sistema universitario similar, pero su autonomía financiera y el retorno de la inversión son relativamente bajos. Esto ha provocado que algunas facultades de estas universidades sigan dependiendo del apoyo financiero de las universidades centrales.
Diferencia entre ingresos y donaciones“Muchas universidades y colegios pueden no tener bases financieras suficientes y aún dependen de las finanzas centrales de la universidad para su independencia financiera”.
Las diferencias en las estructuras de ingresos de estas universidades reflejan no sólo su capacidad para gestionar fondos, sino también las cifras de donaciones generadas por el efecto marca. La reputación de escuelas prestigiosas a menudo atrae grandes donaciones de ex alumnos, y estos recursos a su vez mejoran el estatus académico de la propia escuela.
Conclusión“Algunas universidades a menudo reciben donaciones tan grandes que otras universidades ni siquiera pueden empezar a igualarlas”.
A medida que se intensifica la competencia en la educación superior, las instituciones financieramente sólidas están ganando terreno en el mundo académico. Esta estructura financieramente independiente podría conducir al surgimiento del fenómeno de las “superuniversidades”. En el futuro, ¿afectarán estas diferencias de riqueza el panorama académico, permitiéndonos nuevamente explorar más a fondo nuestras respectivas direcciones de desarrollo y desafíos potenciales?