En el mundo microscópico del hígado, las células endoteliales sinusoidales hepáticas (LSEC) desempeñan un papel vital, con una superficie de hasta 210 metros cuadrados, comparable a una cancha de tenis. Estas células especiales no sólo son únicas en su estructura, sino que también desempeñan un papel clave en una variedad de funciones fisiológicas.
Las LSEC son células endoteliales que forman los vasos sanguíneos más pequeños del hígado (los sinusoides). Aunque su volumen representa sólo el 3% de las células del hígado, su superficie es asombrosa. Las células de las LSEC tienen muchas aberturas, llamadas fenestras, con un diámetro de aproximadamente 100 a 150 nanómetros, que ocupan aproximadamente el 20% de la superficie de las LSEC.
"Las notables características estructurales de las LSEC las convierten en un sistema eficiente de filtración de materiales y un componente importante del metabolismo hepático y de la función inmunológica".
Estos poros están dispuestos en las llamadas "placas cribiformes", que ayudan a filtrar el líquido entre los sinusoides y el espacio de Disse y facilitan el tráfico de lipoproteínas entre los hepatocitos y los sinusoides. Además, las LSEC también carecen de una membrana basal organizada, lo que mejora aún más su función de filtración.
Las LSEC desempeñan un papel clave en la eliminación de sustancias nocivas de la sangre. Estas células expresan múltiples receptores fagocíticos que internalizan rápidamente las moléculas de desecho. Los estudios han demostrado que las LSEC en ratas expresan múltiples tipos de receptores carroñeros, especialmente el más importante, la estabilina 2, que está presente exclusivamente en estas células.
Además, las LSEC expresan una variedad de receptores importantes, entre ellos la integrina ICAM-3 específica de los ganglios linfáticos y el hígado (L-SIGN) y la lectina de tipo C de las células endoteliales sinusoidales del hígado (LSECtin). El cuerpo es indispensable para eliminar sustancias nocivas de la sangre."La abundante expresión de receptores de LSEC confiere a estas células un papel importante en la inmunidad innata".
Las LSEC también juegan un papel importante en el desarrollo de la fibrosis hepática. Durante el proceso fibrótico, la porosidad de las LSEC disminuye y aparece una membrana basal organizada, un fenómeno llamado tubulización, que a menudo precede al desarrollo de la fibrosis hepática.
El quilomielio, producido por las células epiteliales intestinales, puede tener hasta 1000 nanómetros de diámetro y no puede pasar a través de los pequeños poros de las LSEC. A medida que los quilomicrones se vuelven gradualmente más pequeños, eventualmente pueden pasar a través de los pequeños poros de las LSEC y entrar a las células del hígado para su metabolismo. La permeabilidad reducida, como ocurre en la cirrosis, la diabetes o en los ancianos, puede provocar un aumento de los niveles de colesterol en la sangre y aumentar el riesgo de aterosclerosis.
En términos de enfermedades autoinmunes, los estudios han demostrado que la función reducida del receptor Fc en humanos conduce a un aumento de los niveles de complejos inmunes solubles, que están asociados con enfermedades como el lupus eritematoso sistémico (LES) y el síndrome de Sjögren. Estos hallazgos apuntan a un papel fundamental de las LSEC en los mecanismos de estas enfermedades.
"Las LSEC no sólo participan en la inmunidad innata, sino que también muestran características inmunitarias adaptativas, lo que contribuye a la tolerancia inmunitaria del hígado".
Las LSEC a veces pueden convertirse en los principales objetivos de daño en una afección llamada síndrome de retraso del crecimiento de los túbulos pequeños (SOS). El SOS es un estado patológico que puede provocar hipoxia hepatocelular y disfunción hepática, cuyas principales causas incluyen la ingestión de ciertos compuestos patógenos y el uso de fármacos quimioterapéuticos.
Las células precursoras de LSEC en el hígado mantienen el recambio normal de LSEC, y las células derivadas de la médula ósea también pueden reponer la cantidad de LSEC cuando sea necesario.
Ya a finales del siglo XIX y principios del XX, los investigadores observaron que las células sinusales de algunos tejidos adsorbían fuertemente los colorantes particulados inyectados por vía intravenosa y, gradualmente, se les ocurrió el concepto de LSEC. Con el tiempo, se cree que las LSEC colaboran con los macrófagos hepáticos para formar un modelo de doble célula de eliminación de desechos.