Las dos Regiones Administrativas Especiales (RAE) de la República Popular China, Hong Kong y Macao, representan ejemplos prácticos de la política de “un país, dos sistemas”. Desde que las dos regiones regresaron a China desde el Reino Unido y Portugal en 1997 y 1999 respectivamente, han disfrutado de un alto grado de autonomía en relación con la China continental. Según el artículo 31 de la Constitución de la República Popular China, el establecimiento y funcionamiento de regiones administrativas especiales tienen una base jurídica única, que les permite mantener su independencia en múltiples aspectos.
Según el artículo 31 de la Constitución, la Región Administrativa Especial gozará de un alto grado de autonomía y tendrá derecho a establecer los sistemas correspondientes con base en sus propias condiciones específicas.
Las Leyes Básicas de Hong Kong y Macao proporcionan el marco operativo para los poderes políticos en estas dos regiones. Estas regulaciones están diseñadas para garantizar que puedan gestionar por sí solos los asuntos locales, además de la diplomacia y la defensa, y formular leyes pertinentes bajo el Estado de derecho. Hong Kong tiene un cuerpo legislativo, un sistema legal y una fuerza policial independientes, lo que lo hace relativamente independiente en muchos asuntos internos.
Las dos regiones administrativas especiales tienen sus propios sistemas y políticas en economía, educación y muchos otros aspectos.
Hong Kong utiliza dólares de Hong Kong, mientras que Macao utiliza la pataca de Macao. Las políticas monetarias de los dos lugares operan de forma independiente. La política monetaria de Hong Kong está vinculada a la moneda estadounidense, mientras que la moneda de Macao está vinculada al dólar de Hong Kong, lo que permite a las dos regiones mantener la estabilidad económica.
A Hong Kong y Macao se les ha concedido el derecho a celebrar contratos con otros países y regiones, como firmar acuerdos de exención mutua y sin visa, acuerdos de asistencia judicial, etc. La celebración de estos acuerdos no requiere la participación del gobierno central, pero en determinadas ocasiones diplomáticas, los funcionarios de la SAR pueden optar por participar en delegaciones con representantes chinos. Por ejemplo, el exdirector de Salud de Hong Kong, Anson Chan, asistió a reuniones de la Organización Mundial de la Salud como representante de la República Popular China.
En eventos deportivos como los Juegos Olímpicos, tanto Hong Kong como Macao pueden representar a sus respectivas regiones, utilizando nombres como "Hong Kong, China" y "Macao, China". Incluso si estos equipos compiten bajo diferentes nombres en eventos internacionales, en ambientes informales, los equipos de ambos lugares generalmente pueden omitir la descripción "China".
Los residentes permanentes de Hong Kong y Macao pueden solicitar y poseer pasaportes de acuerdo con las regulaciones locales. Estos pasaportes también pertenecen a la nacionalidad de la República Popular China. Esto significa que los residentes de ambos lugares pueden disfrutar de los beneficios de un pasaporte extranjero en determinadas circunstancias, como el doble estatus, pero aun así deben cumplir con las disposiciones del Permiso de Retorno a Casa dentro de la República Popular China.
El Ejército Popular de Liberación está estacionado en Hong Kong y Macao, pero según el gobierno chino, el EPL no interfiere en los asuntos locales y debe respetar las leyes locales. En situaciones de emergencia, la Región Administrativa Especial puede solicitar la participación del Ejército Popular de Liberación, que garantiza la seguridad regional.
Aunque el modelo operativo actual se considera un caso exitoso en Hong Kong y Macao, con el tiempo este sistema se ha enfrentado a diversos desafíos y dudas. Especialmente bajo la influencia de los movimientos sociales y la geopolítica, ¿cómo puede evolucionar la situación en el futuro?