Con el continuo avance de la ciencia y la tecnología, la computación afectiva se ha convertido en un campo de investigación con gran potencial. Este campo interdisciplinario se centra en el desarrollo de sistemas y dispositivos que puedan reconocer, interpretar, procesar y simular las emociones humanas. Los orígenes de la computación afectiva se remontan a las primeras discusiones filosóficas sobre la emoción, mientras que los desarrollos modernos comenzaron con un artículo de 1995 de Rosalind Picard y un libro de 1997 del mismo nombre. Se trata de un proceso que tiene como objetivo dotar a las máquinas de inteligencia emocional, una de las cuales es simular la empatía para que las máquinas puedan comprender los estados emocionales humanos y responder adecuadamente.
El núcleo de la computación emocional es cómo hacer que las máquinas comprendan mejor las emociones humanas y se adapten a las interacciones basadas en datos.Tecnología de reconocimiento de emociones
El proceso de reconocimiento de emociones generalmente comienza con la captura de datos de sensores pasivos que captan el estado fisiológico o el comportamiento de un usuario sin interpretar la entrada. Los datos son similares a las señales que usamos los humanos para comprender las emociones de los demás. Por ejemplo, las cámaras de vídeo pueden capturar expresiones faciales, posturas corporales y gestos, mientras que los micrófonos pueden capturar el habla. Además, otros sensores pueden detectar señales emocionales midiendo directamente datos fisiológicos como la temperatura de la piel y la respuesta galvánica de la piel.
Con base en la tecnología de análisis de datos, estas características emocionales eventualmente se etiquetan, como las expresiones faciales etiquetadas como "confundido" o "feliz".
Otra área de la computación afectiva es el diseño de dispositivos informáticos que puedan exhibir emociones o puedan simularlas con éxito. Las capacidades tecnológicas actuales hacen que la simulación de emociones a través de agentes conversacionales sea una aplicación práctica. Marvin Minsky señaló una vez que las emociones están relacionadas con la cuestión general de la inteligencia de las máquinas, y mencionó en "La máquina emocional" que las emociones y el "pensamiento" son interdependientes.
Análisis del habla emocionalEl diseño innovador de los humanos digitales intenta dar a estos programas humanos simulados una dimensión emocional, permitiéndoles mostrar reacciones correspondientes en situaciones emocionalmente estimulantes.
En el desarrollo de la computación emocional, el análisis del sentimiento del habla es particularmente importante. La tecnología de reconocimiento de emociones puede determinar el estado emocional del usuario a través del análisis computacional de las características de la voz. Los estudios han demostrado que el habla rápida, fuerte y clara a menudo se asocia con emociones como el miedo, la ira o la alegría, mientras que el habla lenta, baja y poco clara a menudo se asocia con la fatiga, el aburrimiento o la tristeza. Además, la precisión del cálculo de las características del habla puede alcanzar entre el 70% y el 80%, lo que supera la precisión humana promedio (aproximadamente el 60%).
Si bien se han desarrollado diversas tecnologías de reconocimiento de emociones, aún enfrentan muchos desafíos. Por ejemplo, a menudo hay diferencias entre las emociones que expresan los actores y las emociones que expresan en la vida real. Además, la precisión en la detección de emociones disminuyó al cambiar la pose facial. Dado que la emoción es un proceso dinámico, es difícil realizar un análisis preciso de forma estática. Esto requiere que tengamos en cuenta no sólo los diversos datos de entrada, sino también la complejidad de la situación en la tecnología de la computación emocional.
La detección de emociones mediante inteligencia artificial debe realizarse con el apoyo de información multimodal para mejorar la precisión del reconocimiento.
Con el desarrollo de la tecnología, el potencial de aplicación de la computación emocional es enorme. No sólo podemos dar a las máquinas una comprensión emocional más profunda, sino que también podemos hacer que las interacciones entre humanos y máquinas sean más naturales. Sin embargo, con el desarrollo de la computación afectiva, también necesitamos reflexionar: ¿Pueden las máquinas comprender realmente las emociones humanas? ¿Cambiará esta tecnología nuestra comprensión de las emociones?