En el escenario de la investigación científica, la tecnología de cultivo de células en suspensión es como un actor silencioso pero indispensable, que desempeña un papel clave en muchos avances biomédicos importantes. Este método de cultivo, al permitir que las células crezcan y se multipliquen sin adherirse a una superficie, ofrece a los investigadores nuevas posibilidades, particularmente en áreas como la producción de anticuerpos, el desarrollo de vacunas y la biología celular.
La tecnología de cultivo de células en suspensión no sólo simplifica muchos pasos experimentales, sino que también hace posible la producción de células a gran escala.Antecedentes históricos del cultivo de células en suspensión
La historia del cultivo de células en suspensión está estrechamente ligada a la historia del cultivo celular, que se remonta a 1885, cuando Wilhelm Roux creó una solución salina fisiológica para mantener las células vivas (como los embriones de pollo). Con el desarrollo de la tecnología, Ross Granville Harrison exploró el cultivo celular in vitro de células nerviosas en 1907, lo que marcó el nacimiento de la tecnología de cultivo celular. En 1910, Montrose Thomas Burrows y Alexis Carrel colaboraron para desarrollar la técnica del cultivo de tejidos multiplex, lo que permitió mantenerlo in vitro, un gran avance.
En 1952, George Otto Gay y su asistente Mary Kubicek cultivaron la primera línea celular inmortalizada de origen humano, las células HeLa, que están suspendidas. Un hito importante en el cultivo celular.
El método de cultivo de células en suspensión es más sencillo que el de células adheridas. Todas las células primarias deben primero extraerse del organismo y disociarse, para luego suspenderse en un medio de cultivo para su cultivo. Normalmente, los glóbulos blancos se pueden cultivar eficazmente en estado suspendido porque están presentes de forma natural en la sangre. Sin embargo, la mayoría de las células de mamíferos necesitan adherirse a una superficie para dividirse, por lo que el cultivo en suspensión no es una opción adecuada para estas células.
Durante el cultivo de células en suspensión, es fundamental mantener las células en suspensión, lo que generalmente requiere equipos específicos como agitadores magnéticos y agitadores.
Las aplicaciones comerciales de los cultivos de células en suspensión son extremadamente amplias. Su capacidad de cultivar grandes cantidades de células en contenedores más pequeños lo hace irreemplazable en la producción a gran escala de anticuerpos, proteínas terapéuticas y otros productos biológicos importantes. Por ejemplo, los anticuerpos producidos mediante técnicas de cultivo de células en suspensión se utilizan ahora ampliamente en el tratamiento del cáncer. El cultivo de células en suspensión también muestra excelentes resultados en la fermentación de levadura y la producción de proteínas recombinantes.
ConclusiónLas innovaciones en la tecnología de cultivo de células en suspensión están permitiendo una producción más eficiente de vacunas y medicamentos, lo que podría tener un impacto significativo en la salud pública mundial.
El cultivo de células en suspensión no sólo ha revolucionado la aplicación de la tecnología de cultivo celular, sino que también ha abierto posibilidades ilimitadas para el futuro de la investigación biomédica. El desarrollo de esta tecnología definitivamente merece nuestra continua atención. A medida que avanza la ciencia, ¿cómo seguirá cambiando nuestro mundo el potencial del cultivo de células en suspensión?