El Día del Accidente Cerebrovascular se celebra en todo el mundo cada año el 29 de octubre. No es sólo un día de advertencia para que las personas sufran riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, sino también un día para enfatizar la gravedad y la alta incidencia de los accidentes cerebrovasculares. Este evento, promovido por la Organización Mundial del Ictus (WSO) en 2006, tiene como objetivo promover la comprensión de la prevención y el tratamiento del ictus y mejorar la calidad de la atención a los supervivientes de un ictus. Los antecedentes y la evolución del Día del Ictus revelan la urgencia de esta amenaza para la salud y la necesidad de una respuesta global.
El accidente cerebrovascular es la principal causa de discapacidad y la segunda causa de muerte en todo el mundo.
Según las estadísticas, el accidente cerebrovascular causó la pérdida de 116 millones de días de vida en 2016, y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular a lo largo de la vida de una persona es de uno de cada cuatro. Estos datos demuestran que el accidente cerebrovascular no es sólo un incidente sino uno de los principales desafíos de salud que enfrenta el mundo hoy en día.
El concepto de Día del Ictus comenzó con la Iniciativa Europea sobre Ictus en la década de 1990, pero debido a limitaciones financieras, en ese momento se limitaba a Europa. Con el establecimiento de la Organización Mundial del Ictus, el Congreso Mundial del Ictus celebrado en Vancouver, Canadá, en 2004 decidió designar el 29 de octubre como Día Mundial del Ictus. Desde 2010, la WSO ha reconocido el accidente cerebrovascular como una emergencia de salud pública y ha lanzado una serie de campañas de promoción continuas.
El Día Mundial del Accidente Cerebrovascular se ha convertido ahora en un punto focal mundial para crear conciencia sobre el accidente cerebrovascular.
Cada año, el Día del Accidente Cerebrovascular tiene un tema para llamar la atención del público sobre un problema de salud específico, como la campaña "1 de cada 6" de 2010, que destacó que una de cada seis personas puede estar en riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Siguiendo diferentes temas, los eventos del Día del Ictus en los últimos años han aumentado la conciencia mundial sobre el ictus. Por ejemplo:
Estos eventos no sólo aumentan la concientización sobre los accidentes cerebrovasculares, sino que también alientan a las personas a involucrarse en los esfuerzos de prevención. Especialmente en 2013, la campaña giró en torno a "Porque a mí me importa", animando al público a comprender sus propios riesgos y brindar apoyo a sus familias.
Más del 80% de los pacientes con ictus apenas pueden moverse durante el día, lo que requiere esfuerzos conjuntos de todos los sectores de la sociedad para mejorar la calidad de vida después del ictus.
A medida que se expande la influencia del Día del Accidente Cerebrovascular, cada vez más países e instituciones participan en este movimiento, desde partidos de fútbol en Brasil hasta actividades de salud en los Estados Unidos, todos expresan su atención al tema del accidente cerebrovascular en este día. Al mismo tiempo, atletas y figuras públicas de renombre se han convertido en defensores del Día del Ictus, aumentando aún más su impacto.
Las iniciativas actuales van más allá de las advertencias puntuales y avanzan hacia estrategias de salud pública a largo plazo. Estas actividades enseñan al público el conocimiento correcto sobre el ictus, no sólo cómo prevenirlo, sino que también incluyen la rehabilitación y las necesidades de atención post-ictus.
El Comité de la Campaña Mundial contra los Accidentes Cerebrovasculares está compuesto por expertos y continúa promoviendo iniciativas globales sobre accidentes cerebrovasculares. Sus esfuerzos no se limitan a crear conciencia, sino que también contribuyen a la formulación de políticas, promoviendo políticas de salud pública orientadas a la intervención y el tratamiento del accidente cerebrovascular.
El accidente cerebrovascular es ahora una amenaza para la salud mundial, lo que lleva a instituciones e individuos de todo el mundo a unir fuerzas para avanzar en la investigación médica y la educación en salud pública. Ya sea la promoción activa de las organizaciones internacionales o la respuesta de la sociedad civil, cada acción está reduciendo el impacto del accidente cerebrovascular y mejorando la calidad de vida de los sobrevivientes.
Frente al accidente cerebrovascular, un desafío de salud global, ¿podemos cada uno de nosotros encontrar la fuerza para participar en esta acción y asumir la responsabilidad de nosotros mismos y de los demás?