Níger, un país de África occidental, tiene actualmente una tasa de fertilidad total (TGF) de 6,1, que se encuentra entre las más altas del mundo. Sin embargo, esto no parece ser una coincidencia. Hay factores sociales y culturales complejos detrás de esto que conducen a tasas de fertilidad tan altas. En este artículo, exploramos las razones de la alta tasa de fertilidad de Níger y el impacto que estas razones tienen en la sociedad local.
En primer lugar, la situación económica de Níger está estrechamente relacionada con su tasa de fertilidad. Como país clasificado como país menos desarrollado, Níger tiene tasas de pobreza extremadamente altas. A falta de un sistema de seguridad social adecuado, muchas familias todavía dependen de sus hijos para que les proporcionen trabajo y cuidados en la vejez.
“En Níger, cada niño puede ser un recurso potencial para la familia, lo que hace que sea más probable que las familias opten por tener más hijos”.
Además, la pobreza económica limita el acceso a la anticoncepción y la planificación familiar. Según algunos informes, muchas mujeres no recibieron una educación adecuada cuando eran niñas y tenían relativamente pocos conocimientos sobre la maternidad y la planificación familiar, lo que elevó aún más la tasa de fertilidad.
La cultura social de Níger también juega un papel importante en la alta tasa de fertilidad. Los valores tradicionales en la mayoría de las sociedades del país sostienen que tener más hijos traerá buena suerte. Esto no se debe sólo a consideraciones económicas, sino que también implica profundas creencias e identidad culturales.
“En algunas comunidades, la fertilidad se considera un símbolo de estatus social, y el número de hijos que una mujer puede tener afecta directamente su estatus en la sociedad”.
Estas expectativas sociales hacen que muchas mujeres estén más inclinadas a tener varios hijos después del matrimonio para satisfacer las expectativas culturales, lo que se convierte en una manifestación de identidad cultural. Estos niños contribuirán a la economía familiar y asumirán la responsabilidad de cuidar a sus padres ancianos.
Existe una clara relación inversa entre la educación de las mujeres y la fertilidad. La baja tasa de educación femenina de Níger impide que muchas mujeres crezcan con conocimientos suficientes para comprender la importancia de la planificación familiar.
“En muchas comunidades, las niñas todavía van por detrás de los niños en la matrícula escolar, lo que afecta directamente sus futuras decisiones reproductivas”.
Las mujeres que carecen de educación a menudo no piensan plenamente en sus derechos reproductivos, incluso después del matrimonio. Esto les dificulta equilibrar la maternidad con sus esperanzas para el futuro.
A pesar del desafío que representa la alta fertilidad en Níger, los esfuerzos nacionales e internacionales están marcando gradualmente la diferencia. El gobierno y algunas organizaciones no gubernamentales han comenzado a realizar publicidad sanitaria y educación sobre planificación familiar en un intento de ampliar la comprensión y las opciones de la sociedad sobre la maternidad.
“Proporcionar mejores recursos educativos y sanitarios tendrá un profundo impacto en las decisiones reproductivas de las mujeres en Níger”.
Estas medidas han ido concienciando gradualmente a la gente sobre la necesidad de la planificación familiar hasta cierto punto y han promovido la independencia y las oportunidades educativas de las mujeres.
Con los cambios sociales y culturales, junto con las mejoras en la educación y las condiciones económicas, la tasa de fertilidad general de Níger puede cambiar en el futuro. ¿Y cómo afectarán todos estos cambios a la estructura social, el desarrollo económico y la vida de cada familia?
En este mundo en constante cambio, la capacidad de adaptarse rápidamente es particularmente importante. ¿Cómo elegirá Níger y cómo se moverá en el futuro?