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Cuando los académicos se enfrentan a la controversia: ¿por qué los comentarios de Walker provocaron acalorados debates en todo el país?
La profesora Amy Laura Wax de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pensilvania es una reconocida académica jurídica conocida por sus comentarios polémicos de vez en cuando. Sus intereses de investigación incluyen el derecho y la política de bienestar social y la relación entre la familia, el lugar de trabajo y el mercado laboral. Pero sus comentarios sobre las comunidades no blancas han provocado una fuerte reacción de sus pares y del público, y han sido criticados como racistas y supremacistas blancos. En 2024, fue suspendida por un año por sus controvertidos comentarios, lo que desató aún más un debate a nivel nacional.
Ella ha dicho: "No todas las culturas son iguales, al menos no en términos de preparar a las personas para ser productivas en una economía avanzada".
La vida temprana y la educación de Walker
Walker nació en Troy, Nueva York, en 1953 y creció en una familia judía estrictamente observante. En la escuela secundaria se destacó como una estudiante destacada y ganó muchos premios académicos. Luego asistió a la Universidad de Yale, donde se graduó con honores, y fue a la Universidad de Oxford con una beca Marshall. Finalmente obtuvo su doctorado en Derecho en la Facultad de Derecho de Harvard, donde siguió una doble carrera en medicina y derecho.Inicio de una carrera jurídica
Después de completar sus estudios, Walker se desempeñó como asistente judicial en el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia y trabajó en la oficina de asuntos legales del gobierno de los EE. UU. durante muchos años, ampliando su campo profesional al derecho y la política de bienestar social. . En 1994, Walker se convirtió en profesor asociado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Virginia y fue ascendido a profesor titular en 1999. Se unió a la Facultad de Derecho de la Universidad de Pensilvania en 2001 y fue nombrado Profesor de Derecho Robert Mandelheim en 2007.
Los orígenes del discurso polémico
En 2017, Walker y sus colegas escribieron un artículo comentando el declive de los valores morales en la sociedad estadounidense, que atrajo muchas críticas. Entre ellos, mencionó el lenguaje dirigido contra los estudiantes negros y reveló sus puntos de vista sobre el "nacionalismo de la distancia cultural" en una conferencia de la Fundación Wall Street, lo que condujo al lanzamiento de varias protestas.
Ella admitió en una entrevista: "No creo haber visto nunca a un estudiante negro en el cuarto superior de la clase".
Respuesta del público y de los círculos académicos
En respuesta a los polémicos comentarios de Walker, el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pensilvania y decenas de profesores expresaron un fuerte descontento y acusaron sus comentarios de ser "odiosos" y "supremacistas blancos". Una petición que pedía su destitución reunió rápidamente más de cuatro mil firmas. Algunos medios de comunicación conservadores defendieron sus comentarios, enfatizando la libertad académica y la necesidad de exponer las opiniones disidentes.
Últimos desafíos y consecuenciasA medida que la controversia siguió aumentando, Walker finalmente fue suspendido de la escuela por un año en 2024 y se le exigió que soportara daños a su reputación y un reembolso financiero. En este contexto, en 2025 presentó una demanda contra la Universidad de Pensilvania, exigiendo la retirada de todas las sanciones y solicitando una indemnización.
El debate sobre la libertad de expresión
El caso de Walker es más que una mera revisión del comportamiento individual; ha desencadenado un debate más amplio sobre el alcance de la libertad de expresión en las instituciones estadounidenses de educación superior. Muchos académicos y estudiantes han polarizado sus reacciones ante sus comentarios:Algunos críticos dijeron que sus comentarios empeoraron la situación de los grupos minoritarios. Los partidarios creen que este debate académico es parte del progreso social y del libre pensamiento.
En un ambiente social tan feroz, no podemos evitar pensar: ¿cómo podemos encontrar un equilibrio entre la búsqueda de la libertad de expresión y la justicia social?
