Las bacterias gramnegativas son una clase de bacterias completamente diferentes de las bacterias grampositivas tradicionales. Su característica principal es que posee una pared celular delgada de peptidoglicano y está rodeada por una membrana interna y una membrana externa. Las bacterias gramnegativas como Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa y la bacteria de la peste negra viven en casi todos los entornos vivos. Estas bacterias suponen un gran desafío para la comunidad médica porque su membrana externa actúa como barrera contra muchos antibióticos. ¿Por qué es esto? Este artículo analizará más de cerca los mecanismos de defensa de estas bacterias.
La membrana externa de las bacterias Gram-negativas no sólo es su sistema de defensa, sino también la fuente de la respuesta de la comunidad médica humana a la resistencia a los antibióticos.
Las características típicas de las bacterias gramnegativas incluyen una membrana celular interna, una capa fina de peptidoglicano y una membrana externa que contiene lipopolisacárido (LPS). Los componentes de la membrana externa no sólo contribuyen a su resistencia a los fármacos, sino que también constituyen una interacción compleja con el sistema inmunitario del huésped:
Se han desarrollado varios antibióticos para atacar específicamente a las bacterias gramnegativas, incluidos los aminoglucósidos y los carbapenémicos. Sin embargo, los mecanismos de defensa de las bacterias Gram-negativas hacen que estos fármacos sean menos efectivos:
Este mecanismo de defensa es tan increíblemente complejo que muchos antibióticos tradicionales tienen dificultades para ejercer su influencia.
Cuando las bacterias gramnegativas ingresan al sistema circulatorio del huésped, el LPS puede inducir una fuerte respuesta inmune, que conduce a respuestas inflamatorias locales y sistémicas. Esto puede provocar un shock séptico grave, causando hipotensión e insuficiencia respiratoria, lo que dificulta el tratamiento.
Al tratar infecciones bacterianas gramnegativas, los médicos a menudo utilizan una terapia combinada para mejorar la tasa de éxito del tratamiento. Para las cepas resistentes a los fármacos, el uso de nuevos antibióticos y su combinación con inhibidores de la β-lactamasa se ha convertido en una nueva estrategia para combatir a estos duros enemigos.
La comunidad científica está trabajando actualmente para comprender los mecanismos biológicos de las bacterias Gram-negativas resistentes a los fármacos con el fin de encontrar nuevos tratamientos viables y estrategias de prevención. Esto incluye el desarrollo de nuevos antibióticos, vacunas y otras inmunoterapias. Este problema se vuelve más urgente a medida que aumenta la resistencia a los antibióticos.
Las bacterias gramnegativas están siempre presentes durante el tratamiento con antibióticos, lo que causa cada vez más problemas a la industria médica. Su mecanismo de defensa único es una de las causas fundamentales del fracaso de los antibióticos, lo que también ha llevado a los investigadores a pensar en futuras estrategias de tratamiento. A medida que crece el problema de la resistencia a los antibióticos, ¿podemos encontrar contramedidas eficaces para combatir a estos enemigos intratables?